Como una “pequeña vergüenza” calificó el presidente brasileño Michel Temer la decisión del Senado de no añadir a la destitución como mandataria la inhabilitación de sus derechos políticos por ocho años, además de afirmar de que Brasil “ha pasado la página” de la crisis política y económica.

“Por más de 34 años he estado en la vida pública y he seguido constantemente este tipo de pequeñas vergüenzas que se superan rápidamente”, dijo a la prensa Temer en el marco de una cumbre empresarial en Shanghái, luego de llegar a China el mismo día, para asistir a la reunión de líderes del G-20 en Hangzhou, su primer evento global y oficial tras la destitución de Rousseff, de la que fue su vicepresidente.

En su visita también ha dicho que todo cambiará en Brasil.

Publicidad

“Hemos padecido turbulencias políticas y económicas, recesión, pero ya se ha pasado esta página”, aseguró Temer ante la prensa, tras una rápida escala en Shanghái.

“China es el socio cuya cooperación es la más crucial para Brasil en este momento. Para consolidar la confianza en Brasil, necesitamos el apoyo chino”, comentó.

El país sudamericano firmará nueve acuerdos comerciales con China en sectores como la agricultura, la aviación y la logística, incluyendo un proyecto de construcción de acero de 3.000 millones de dólares, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. (I)