El bloqueo de las intersecciones sigue siendo una de las infracciones más recurrentes entre los conductores de las líneas de buses urbanos que circulan en Guayaquil. Y aquello causa malestar entre los usuarios de la transportación pública, cuya tarifa del pasaje subió de $ 0,25 a $ 0,30, desde el jueves 1.

Cerca de las 09:00 de ayer un bus de la línea 47 que se dirigía por Víctor Manuel Rendón giró a la izquierda para tomar Baquerizo Moreno y se detuvo a recoger y dejar pasajeros en un sitio en el que no hay señalética, pero que los usuarios identifican como paradero.

Detrás de esa unidad otros tres buses de las líneas 41, 88 y 54 hicieron el mismo giro, lo que provocó que el último colectivo se quede cruzado en plena intersección y que los pasajeros se bajen en medio de las pitadas incesantes de los carros que quedaron obstaculizados.

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Esa infracción se sanciona vía ordenanza municipal con un salario básico ($ 366).

“Uno tiene que bajarse así nomás, es peligroso, pero esperar a que los otros buses avancen hace perder tiempo”, dijo enojado uno de los pasajeros.

Miguel Vera, usuario de la transportación pública, asocia el bloqueo de intersecciones de los buses con la falta de paraderos y señalética. “Qué es lo que pasa, el chofer recoge pasajeros donde la gente se para y si no hay paradero uno se queda donde cree que lo va a coger el bus”, comentó el hombre.

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En el norte, en avenidas como la Rolando Pareja, Rodolfo Baquerizo Nazur y Benjamín Carrión, los pasajeros se bajan de las unidades como la 62, 94, 44 y otras, cuando la luz del semáforo se pone en rojo.

En dichas avenidas ayer algunos buses como la 144 y 124 circularon con las puertas abiertas, otra de las infracciones que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) controla en operativos y se sanciona con el 10% de un salario básico unificado, equivalente a $ 36,6.

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En el noroeste, en el sector de Lomas de la Florida, la mayoría de buses también incumplió la disposición de circular con las puertas cerradas. Entre esos las líneas 114, 21 y 65.

Sobre las paradas de los buses, el jueves pasado el general Luis Lalama, director de operaciones de la ATM, señaló que los conductores conocen que deben dejar y recibir pasajeros cada 400 metros (4 cuadras).

En un lapso preliminar de dos años y medio, la entidad de tránsito prevé implementar un sistema de 13 corredores con alrededor de dos mil paradas.

El primero a implementarse será el del suburbio al centro.

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Mariana Ortiz, usuaria de la línea 75, consideró que el trato del chofer al pasajero es otro de los aspectos que hay que mejorar. “Es un trato muy malo”, refirió la pasajera que ayer esperaba ese bus en la Alborada para dirigirse a Los Vergeles.

Al respecto el gerente de la ATM, Andrés Roche, citó el jueves que 4.500 choferes de buses recibirán una capacitación.

En tanto, los operativos para controlar que en la ciudad solo circulen buses que obtuvieron el Registro Único de la Autoridad de Tránsito (RUAT) continuaron. Entre el jueves y las 15:00 de ayer se retuvo a 19 unidades sin ese sello. (I)