La voz de Juan Gabriel se escuchaba al paso. Salía desde los parlantes o los televisores instalados por los comerciantes para promocionar CD o películas. El Divo de Juárez, que murió el domingo de un infarto en Santa Mónica, Estados Unidos, se tomó ayer los pasillos de la Bahía. Era el protagonista, en sus diferentes etapas, solo o en dúo, cantando Querida, el Noa Noa o Hasta que te conocí.
Sus discos, en reproducciones no originales, se mostraban por docenas en los puestos. Y comerciantes que no tenían copias disponibles buscaban entre sus colegas adquirir unidades para responder a pedidos.
“Cuando un cantante exitoso muere, las ventas de CD suben, así pasó con Michael Jackson”, comentó un comerciante de la calle que llegó al puesto de Alonso Guapi, en el pasaje Villamil, a adquirir varios CD.
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Desde las 08:00 hasta el mediodía, Guapi aseguró que había colocado 300 reproducciones con los dúos que grabó Juan Gabriel. Cada ejemplar con 30 temas los vendía a $ 1, al menudeo, y $ 0,50 al por mayor.
Fátima Chang, de 62 años, aprovechó que andaba cerca de la Bahía para adquirir varias copias de los éxitos del cantante. “A mí me gusta Hasta que te conocí, él era popular, cantaba con sentimiento”, señaló mientras miraba en un televisor los CD que llevaba.
El comerciante Peter Yantalema tenía una remesa anterior de 20 discos, en la que había 17 temas del cantautor, pero se aprestaba a reproducir más unidades, en espera de mayores pedidos. “Es que la gente como que aprecia más la música cuando el artista muere”, dijo.
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Cerca de su puesto, otra comerciante indicó que había pedido 100 copias de discos para atender a sus clientes. En el sector de la Huayna Cápac, Onésimo Medina esperaba un repunte en las ventas.
Dentro de las tiendas de música en centros comerciales hubo fanáticos que buscaban las últimas producciones originales. En Musicalísimo del Policentro, Isaac Sánchez, el encargado, indicó que el disco Los Dúo 2 se había agotado días atrás y que esperaban tener el material en septiembre.
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La producción disponible allí era una edición de lujo que cuesta $ 23,99, de la cual quedaba solo un ejemplar a las 13:00. (I)