“Los quiero fuera, los vamos a mover fuera y permitirles regresar de forma legal... Tenemos muchos tipos malos, como ya dije”. “Vamos a tener una fuerza de deportación, y se hará humanitariamente”. Las frases fueron parte del agresivo plan migratorio que el candidato republicano, Donald Trump, presentó en agosto del 2015.

Con esa dura propuesta y pidiendo la deportación de unos 11 millones de personas que viven en EE.UU. sin permiso de residencia, el magnate ganó las primarias republicanas.

Un año después, Trump ya no piensa igual sobre los migrantes. “Pelearé para darle a cada ciudadano hispano un futuro mucho mejor, una vida mucho mejor”. “Tomar a una persona que lleva aquí 15 o 20 años y echarla con su familia es bastante duro”, ha dicho en recientes encuentros.

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Y eso no ha sido suficiente, para el próximo miércoles, Trump ha anunciado que revelará una nueva propuesta migratoria. Inicialmente se había previsto para el pasado jueves, pero se canceló porque “todavía estaba siendo modificada”.

Luego de la nominación presidencial en la convención republicana, Trump cayó en los sondeos por sus polémicas declaraciones. En su afán de recuperar terreno sorprendió este mes por el giro en su postura sobre los migrantes, a los mismos que había insultado antes. Esta nueva actitud ha confundido a sus partidarios radicales.

Mark Krikorian, del Centro de Estudios sobre Inmigración y uno de los que piden reducir la inmigración, no cree que deba darse margen al republicano. Trump ha cambiado de opinión en muchos temas, señaló, pero fue la inmigración lo que propulsó su candidatura.

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El nuevo giro tampoco convence a los afrodescendientes, que lo cuestionan porque sus discursos con llamados al voto de los afros los ha dado en comunidades de mayoría blanca.

Responsables afroamericanos del partido conservador lamentan que Trump haya rechazado invitaciones para hablar en iglesias o universidades afroamericanas, así como en la principal organización negra del país, publicó elpais.com.

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Según analistas, con esta postura el objetivo real es un electorado tan blanco como Trump, pero más moderado que sus seguidores más acérrimos.

La campaña del magnate le apuesta todo con esta estrategia para tratar de alcanzar a la rival Hillary Clinton, que esta semana logró el 51% de las preferencias, con lo que le lleva una ventaja de 10 puntos. (I)