Mientras se desarrolla el juicio político que lleva adelante el Senado de Brasil contra la presidente Dilma Rousseff, en medio de polémicas sesiones, una encuesta dice que está a dos votos de ser destituida.

Según una publicación del diario Folha de Sao Paulo, recogida por el sitio Infobae, 52 senadores están a favor de la destitución, 11 aún están indecisos y 18 se oponen.

Si se llegan a completar los votos de dos tercios del Senado (54), Rousseff, suspendida de sus funciones desde el pasado mayo, será separada definitivamente del Poder Ejecutivo.

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Ayer, en el tercer día del juicio, el Senado interpeló a los últimos dos testigos llamados por la defensa de Rousseff.

Durante la tarde eran cuestionados el exministro de Hacienda Nelson Henrique Barbosa y el profesor de Derecho Ricardo Lodi.

Las sesiones previas estuvieron signadas por cruces de alto voltaje, descalificación de testigos e insultos cara a cara que obligaron a suspender los trabajos al menos tres veces.

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Además, con más de la mitad de los senadores con causas pendientes o bajo investigación, la sombra de la corrupción sobrevuela el lugar, donde aún faltan varios días de debates para decidir si la primera mandataria aplicó o no trucos fiscales para esconder déficits en el presupuesto.

En tanto, Rousseff hablará mañana y eventualmente habrá una votación sobre si debe ser separada del cargo de manera definitiva entre martes y miércoles.

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Ella llegará junto con su padrino político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva –actualmente investigado por corrupción–, quien la acompañará desde la tribuna, según confirmó el senador Paulo Rocha, del Partido de los Trabajadores. También estarán ministros, exministros, líderes partidarios y de movimientos sociales.

Por lo pronto, el vicepresidente Michel Temer mantiene el cargo de presidente interino. Si al final destituyen a Rousseff, él ejercerá la Presidencia hasta el fin del periodo (2018). (I)