El acceso a los complejos para entrenar depende de cupos.

El Ministerio del Deporte descuenta parte del presupuesto que debe asignar a las federaciones deportivas a cambio de cupos para que los atletas usen los cinco Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR) del régimen.

La española Ruth Beitia, de 37 años, obtuvo la medalla de oro en las Olimpiadas de Río 2016 en salto alto femenino con una marca de 1,97 m. Son 25 centímetros más del récord nacional en esta modalidad que lo tiene Michelle Sánchez, de 19 años, quien ha logrado saltar 1,72 m, altura que no le alcanzó para ir a los últimos juegos de verano. Pero detrás de esa diferencia hay una brecha con respecto a los recursos y métodos de la preparación a la que ambas atletas se someten.

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A sus 19 años, Beitia había quedado en el puesto octavo en el mundial junior de Francia, en 1998, con un salto de 1,80 m. Lo consiguió tras entrenar desde niña en la pista sintética del complejo municipal La Albericia, en Santander, donde aún vive, según una nota del sitio web del diario español elmundo.es

Sánchez, en cambio, entrena la mayor parte del tiempo en Santo Domingo de los Colorados en una cancha de tierra que se convierte en lodo tras cada lluvia, lo que dificulta el seguimiento de las marcas. Esta semana entrenó por cinco días en la pista sintética del Centro de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR) de Río Verde en Esmeraldas inaugurado en diciembre de 2012. Es uno de los cinco que el Gobierno ha construido desde entonces. “Con esto buscamos mejorar el nivel de nuestros atletas y convertirnos en potencias mundiales del deporte”, decía el presidente de la República, Rafael Correa, sobre los CEAR, en una publicación de la agencia estatal Andes de 2014.

Los CEAR son lugares a los que deportistas acceden según los cupos que asigna el Ministerio del Deporte. Esta entidad descuenta del presupuesto que otorga a las federaciones provinciales y por deporte un porcentaje que traslada a la empresa pública –que administra los CEAR– a cambio de los pases que permiten a los deportistas entrenar en cualquiera de las 5 instalaciones construidas. Es un mecanismo establecido en el Decreto Ejecutivo Nº 493 de septiembre de 2014, el que creó CEAR EP, empresa pública que los administra con un patrimonio que incluye a las instalaciones y sus equipos por un monto de $ 89’044.905.

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Plan de Alto Rendimiento 2016
Número: 312 deportistas

Categorías                                                Número de 
                                                                     deportistas
A
(7 salarios mínimos $ 2.562):                        19
B (4 salarios mínimos $ 1.464):                        51
C (3 salarios mínimos $ 1.098):                       48
D (2 salarios mínimos $ 732):                          82
E (1 salario mínimos $ 366):                           112
Los deportistas se ubican en estas categorías según puntajes alcanzados en las competencias internacionales.

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Por disciplinas
Lavantamiento de pesas: 37                             Tenis de campo: 7
Atletismo: 37                                                        Vela: 7
Lucha: 29                                                              Tiro Olímpico: 5
Judo: 25                                                                Triatlón: 5
Karate: 25                                                             Boxeo: 5
Taekwondo: 24                                                    Ecuestres: 4
Ciclismo: 19                                                          Voleibol: 4
Tenis de mesa: 13                                                Golf: 3  
Patinaje: 13                                                           Squash: 3
Racquetball: 12                                                    Esgrima: 2
Canotaje: 11                                                          Pentlatón: 2
Natación: 11                                                         Tiro con arco: 1
Gimnasia: 6                                                          Badminton: 1
                                                                                Remo: 1      
El financiamiento incluye asistencia a eventos de preparación y competencia.

Cada uno de estos complejos tiene un porcentaje promedio de ocupación menor al 36%, según el último informe de rendición de cuentas 2015 de CEAR EP. El ubicado en Carpuela en Imbabura, el segundo inaugurado en enero de 2013, tuvo un 35,59% de ocupación en 2015; el de Cuenca, un 8,38%, de septiembre a diciembre último. Este documento establece como retos “el fortalecimiento del área médica de los Centros para brindar una adecuada asistencia al deportista”.

Rafael Tamayo, gerente de CEAR EP, asegura que este año la ocupación es “muchísimo más alta”, aunque no dio el dato de a cuánto habría subido: “No podemos hablar de que la ocupación es baja, debemos tener tres años de experiencia al menos para evaluar”, asegura.

En el caso de Michelle Sánchez, es la segunda vez que le asignan cupos este año para que entrene en la cancha sintética del CEAR de Río Verde, asegura su entrenador José Vargas: “Deberían ser más días para nosotros que no tenemos pista sintética en Santo Domingo. En 2014, cuando no era por cupos y solo se hacía el trámite para venir, nos quedamos como siete días y veníamos grupos de 15 de mi provincia más el entrenador”, afirma Vargas.

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A más de Sánchez y su preparador que entrenaban el lunes por la tarde de esta semana, una docena de adolescentes dirigidos por el entrenador Bolívar Pata hacían carreras con vallas en el CEAR de Río Verde.

En su caso, la Federación Deportiva de Esmeraldas le paga un sueldo para que trabaje con estos jóvenes en un cantón con opciones económicas limitadas a la pesca: “Debería haber más muchachos en los diferentes deportes en estos centros. Los días miércoles, jueves y viernes se llena un poco porque vienen a entrenar de Esmeraldas los de judo, karate, lucha y box, pero el problema es que los entrenamientos deben ser constantes si queremos tener resultados en el futuro”, dice Pata.

A la falta de ocupación de las instalaciones se juntan otros problemas como la inasistencia de los deportistas: “El problema es que en los colegios tienen brigadas y eso les quita dos días a la semana de entrenamientos”, acota el entrenador Pata.

Luis Echeverría, de 18 años, lleva ocho años practicando con Pata. Dice que quiere romper el récord mundial de decatlón, pero reconoce que a la semana se ausenta uno o dos días: “Tengo muchos deberes y me toca quedarme ayudando en el hogar”, afirma este chico cuyo padre es pescador.

Una misma situación se observa en el CEAR de Carpuela, en Imbabura. La mañana del lunes último había delegaciones de halterofilia de Napo y de baloncesto de El Oro. La cancha de fútbol, de béisbol, los salones de los deportes de combate como karate, judo, taekwondo estaban vacíos. Y en la pista sintética de atletismo había un entrenador con un solo atleta.

Por las tardes llega un entrenador de judo. A estas prácticas acuden los hermanos Naily, de 12 años, y Aldair León, de 10. Su padre, Alfredo León, les incentiva a que vayan de 15:00 a 17:00 a practicar las dos opciones que dice que tienen: judo y atletismo. “Me gusta más el judo porque allí no falta (el profesor) o cuando va a faltar avisa”, dice Aldair. Su padre prefiere que vayan a que se quedan en las tardes sin hacer nada: “Aquí hay chicos con los ojos como lumbre por esa droga (pasta base de cocaína)”, dice León.

En El Juncal, ubicado a dos kilómetros del complejo de Carpuela, hay menores que esperan la tarde para jugar pelota en las canchas de tierra del poblado como Jhorjael, de 9 años, quien suele caminar descalzo por las calles polvorientas del lugar. Su hermana que lo cuida mientras sus padres trabajan, afirma que no sabía que en Carpuela hay una cancha de césped, piscina, coliseos...

Su vecina Marlene Guerrón afirma que los que saben no van porque para ingresar y usar las instalaciones hay que pagar: “No hemos entrado, no conozco el complejo..., allí como todo es cancelado nadie va porque lo que vamos a pagar, tres dólares, compramos dos libras de arroz y un dólar de aceite”, dice.

El gerente de la empresa pública que administra los CEAR, Rafael Tamayo, afirma que el costo de acceso es simbólico: “Necesitamos recursos para mantener las instalaciones... Los CEAR, para operar y brindar todos los servicios a juegos nacionales, cupos a federaciones que son hospedaje, tres comidas al día y uso de instalaciones tiene $ 3’440.000 de presupuesto para todo el año”, dice.

Según el decreto ejecutivo que creó CEAR EP, uno de los objetivos de la empresa es detectar nuevos talentos. Tamayo afirma que aquello es un trabajo mancomunado con las federaciones: “Lo que hacemos es entregar los cupos. Nosotros podemos ayudar. Tenemos dos escuelas: el trinibox en la isla Trinitaria, en Guayaquil, y la escuela de fútbol Hermen Benítez, en Parque Samanes. Esos son semilleros de talentos..., pero quien llevaría la batuta en sí, son las federaciones provinciales”, asegura Tamayo.

Julio Chuqui, catedrático de cultura física de la Universidad Politécnica Salesiana con sede en Cuenca, considera positiva la realización de los CEAR, pero afirma que la política debe caminar hacia garantizar la preparación de los deportistas más jóvenes para detectar sus potencialidades desde sus inicios: “Hay que apoyar desde abajo porque de allí podrían salir los futuros deportistas con opciones a medallas olímpicas en el futuro”, dice. (I)

"Todos los centros del mundo van cambiando de acuerdo a sus necesidades... Vamos a buscar la forma de optimizar el espacio”.  RAFAEL TAMAYO, gerente de CEAR EP.