Sentados al pie del muelle de la Policía Judicial del Guayas, en el suroeste de la ciudad, y bajo una carpa blanca, Dolores Guerra dialogaba ayer con varios marinos mientras su hijo Johnny Gómez escuchaba.

A poca distancia permanecía personal de la Fiscalía, mientras en el estero Salado, por tercer día, buzos de la Armada continuaban con la búsqueda del esposo de Guerra, Johnny Gómez, uno de los cuatro presuntos desaparecidos en el caso González y otros.

Una búsqueda que durará diez días y que según tuiteó la Fiscalía General del Estado, comprende 100 metros lineales desde el muelle, junto a la Policía Judicial.

Publicidad

La diligencia se da trece años después de los hechos registrados en una farmacia del norte de Guayaquil (19 de noviembre de 2003), donde murieron ocho personas y otras cuatro presuntamente desaparecieron.

Dos boyas de color anaranjado se observaban a unos cien metros de la orilla del muelle. En uno de los dos botes inflables, dos marinos iniciaban un nuevo recorrido por estas aguas en las que también una que otra embarcación pesquera realizaban sus labores diarias.

Al otro lado del estero, frente al muelle, varios moradores que viven en la orilla ya han presenciado el rastreo de los uniformados.

Publicidad

La fiscal Silvia Juma, delegada por el fiscal general del Estado, dijo que en el primer día los técnicos de la Armada delimitaron un cuadrante y que el rastreo será amplio.

Guerra dijo ese día que le hubiera gustado que ese reconocimiento no solo se limitara al estero, sino también detrás de las instalaciones de la Policía Judicial, donde existían los calabozos, los patios de carros y que en la actualidad hay otras nuevas instalaciones.

Publicidad

Dijo que se consideró viuda desde el primer día en que se registraron los hechos (19 de noviembre de 2003).

Añadió que es necesario que se declare la muerte presunta de su esposo para legalizar su estado civil.(I)