Rusia dejó de utilizar una base aérea iraní para ataques en Siria, anunció este lunes el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, finalizando abruptamente un despliegue sin precedentes que fue criticado tanto por la Casa Blanca como por algunos legisladores iraníes.

La semana pasada, los bombarderos rusos de largo alcance Tupolev-22M3 y Sukhoi-34 utilizaron la base aérea de Nojeh, cerca de la ciudad de Hamadán, en el noroeste de Irán, para lanzar ataques aéreos contra grupos armados en Siria.

Fue la primera vez que una potencia extranjera usó una base iraní desde la Segunda Guerra Mundial. Rusia e Irán han aportado un apoyo militar crucial al presidente Bashar al-Assad en su lucha contra los rebeldes y combatientes yihadistas en el conflicto en Siria, que ya se prolonga por cinco años.

Publicidad

Algunos legisladores iraníes calificaron la operación como una violación de la Constitución, que prohíbe "el establecimiento de ninguna base militar extranjera en Irán, incluso con propósitos pacíficos".

El ministro de Defensa iraní, Hossein Dehghan, rechazó las críticas pero también reprendió a Moscú por publicitar el asunto, lo que describió como un alarde y una "traición de confianza".

"No hemos dado ninguna base militar a los rusos y no están aquí para quedarse", dijo Dehghan citado por la agencia de noticias Fars a última hora del domingo.

Publicidad

El ministro añadió que no había "ningún acuerdo por escrito" entre ambos países y que la "cooperación operacional" era temporal y limitada a repostajes.

El Departamento de Estado estadounidense dijo la semana pasada que el asunto era "desafortunado pero no sorprendente" y que estaban analizando si había violado la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe el suministro, venta o transferencia de aviones de combate a Irán.  (I)