La alcaldía de Niza, ciudad francesa golpeada en julio por un atentado en el que murieron 85 personas, anunció el viernes que había prohibido el burkini en sus playas, en línea con otras urbes costeras pese a la polémica surgida por la medida.

Tras Cannes, que prohibió esta prenda el 28 de julio, numerosas comunas del sureste pero también del norte de Francia han emitido ordenanzas contra el uso de este traje de baño, que oculta todo el cuerpo salvo la cara, las manos y los pies.

Niza, ciudad golpeada por un brutal atentado el 14 de julio, siguió su estela el viernes, tres días después de que el primer adjunto de alcalde pidiera al gobierno que legislara al respecto.

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"La ocultación integral del rostro o el llevar una prenda de cuerpo integral para ir a la playa no se corresponde con nuestro ideal de relación social", escribió Christian Estrosi en su correo al ejecutivo francés.

Negándose a recurrir a la ley, el primer ministro Manuel Valls consideró el miércoles que la aparición reciente de los burkinis era "la traducción de un proyecto político, de contrasociedad, fundado en la esclavitud de la mujer".

En el lado contrario, la Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Colectivo contra la islamofobia en Francia (CCIF) considera la prohibición del burkini discriminatoria y han intentado recurrir la medida.

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El viernes llevaron su causa ante el tribunal administrativo de Niza, que debe dar su veredicto el lunes. Esta prohibición constituye "un atentado grave y manifiestamente ilegal contra varias libertades fundamentales, como la libertad de opinión, de religión, a la (elección) de vestimenta y de circular" libremente, según el abogado de la LDH, Patrice Spinosi.

Los burkinis (contracción de burka y bikini) son bastante inusuales en las playas francesas, si bien hay algunas mujeres musulmanas que permanecen vestidas y veladas en la playa.

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Francia, que tiene la mayor comunidad musulmana de Europa, prohibió en 2010 el velo integral en el espacio público, pero la ley permite salvo excepciones la vestimenta o el uso de signos religiosos en el espacio público.