El presidente de Francia, François Hollande, visitó ayer al papa Francisco, en el Vaticano. Allí tuvieron una reunión privada organizada tres semanas después del cruel asesinato de un sacerdote en una iglesia de Normandía y con la cual quieren reforzar sus lazos.

“Vine a decirle al papa que somos sensibles a las palabras que ha pronunciado y a su acción, lo que alivia nuestra visión de la humanidad”, declaró Hollande pocos minutos antes del encuentro.

En su discurso, Hollande agradeció al papa por su solidaridad y apoyo tras los atentados que ha sufrido Francia.

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La reunión se celebró en el estudio del papa al lado de la sala de audiencias Pablo VI, al término de la cual Hollande obsequió al papa una porcelana de Sévres con el escudo de Francia y este le regaló una escultura de bronce de la artista Daniele Fusco, indicó en una nota la oficina de prensa del Vaticano.

El asesinato, el 26 de julio, del sacerdote francés, quien fue degollado dentro de una iglesia, reivindicado por la organización yihadista Estado Islámico (EI), conmovió a Francia, uno de los países más católicos de Europa.

Se trata de la segunda vez que el socialista Hollande es recibido por el papa desde que fue elegido presidente en mayo de 2012.

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Antes de reunirse con el papa, el jefe de Estado francés, quien viaja acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, visitó la iglesia de San Luis de los Franceses, en el corazón de Roma, joya del barroco italiano. (I)