Una mayoría en el Concejo cantonal de Cuenca ‘demandó’ al Gobierno Nacional que detenga las actividades mineras en su territorio, específicamente el proyecto Río Blanco.

Nueve de los 15 ediles de esa ciudad rechazaron la reciente inauguración que el vicepresidente Jorge Glas realizó por haber sido efectuada “de manera inconsulta y autoritaria”.

A través de una carta pública, ellos denunciaron que el régimen no ha reparado “en las afecciones a las cuencas hídricas que proveen del líquido vital a cuencanos y cuencanas”.

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El pasado jueves el segundo mandatario participó en el inicio de la fase de construcción del proyecto de explotación minera llamado Río Blanco.

Está ubicado entre las parroquias Molleturo y Chaucha del cantón Cuenca, en Azuay; y lo ejecuta la empresa china Junefield Resources Ecuador.

Un boletín de la Vicepresidencia de la República destacó que existen “reservas probadas de 605 mil onzas de oro y 4,3 millones de onzas de plata”.

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En su discurso, Glas garantizó que los trabajos no contaminarán el recurso hídrico y remarcó que ya se realizaron los estudios ambientales exigidos.

Pero en la carta, los concejales pusieron en duda esto último al señalar que “los proyectos mineros no pueden iniciar su explotación sin contar con estudios técnicos definitivos, imparciales e independientes”.

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“Demandamos al presidente Rafael Correa que se detengan las actividades mineras en nuestro territorio y se respete el derecho ambiental y el legado de Cuenca y sus futuras generaciones”, concluyó el aviso.

Lo suscribieron cinco ediles electos por Participa-Igualdad y cuatro por Alianza PAIS.

El alcalde Marcelo Cabrera se adhirió a la postura. Ayer, en rueda de prensa, insistió en que no había “estudios técnicos y científicos imparciales”. (I)

Mantengo mi firme posición de insistir al Gobierno que se suspenda cualquier actividad minera extractiva, mientras no se cuente con estudios técnicos y científicos imparciales.Marcelo Cabrera, alcalde de Cuenca