La ciudad estadounidense de Milwaukee vivió una segunda noche de protestas violentas el pasado domingo, dos días después de que las fuerzas de seguridad abatieran a un afroestadounidense armado que intentaba huir.

Por ello, un toque de queda fue decretado para menores de 18 años a partir de las 22:00 de ayer. La noche anterior una multitud apedreó vehículos policiales e incendió comercios en esta ciudad de Winconsin (centro norte), donde fue desplegada la policía antidisturbios en el barrio de Sherman Park para restaurar el orden.

Siete policías resultaron heridos y 14 personas fueron detenidas, declaró ayer el jefe de la Policía, Edwards Flynn, que precisó que en los disturbios se escucharon unos 30 disparos.

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Flynn subrayó que la policía se abstuvo de abrir fuego para demostrar su disposición a evitar los enfrentamientos.

La protesta se inició el sábado después de que un policía abatió a Sylville Smith (con un largo historial judicial) en una persecución. El gobernador de Wisconsin, Scott Wallker, activó el pasado domingo a la Guardia Nacional, por si surgen más disturbios, según Reuters. (I)