Alfredo Carrasco, de la veeduría ciudadana cantonal avalada, sostiene él, por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, afirma que en la revisión del tercer quinquenio de Interagua (2011-2016) encontraron 28 anomalías, de las que “8 y 9 son bien graves”. Afirma que el agua de Guayaquil “tiene contaminantes”.

“Al momento de salir en las redes se fuga el 65% del agua por daños en 560 kilómetros de tubería de asbesto cemento. Esto contamina el agua”, afirma y alude la prohibición de uso del material. Admitió que sí se han efectuado cambios de estas líneas, pero falta más trabajo.

Carrasco, a inicios de la concesión, lideró el reclamo de moradores por aparentes cobros no justificados por el servicio.

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Ilfn Florsheim, gerenta de Comunicación de Interagua, desestimó que estén afectados 560 km de tubería en Guayaquil. ¿Cuáles son sus informes?, replicó, y remarcó que hay tubería en Guayaquil en proceso de cambio porque ya cumplió su tiempo de vida útil.

José Luis Santos, gerente de Emapag, supervisora de Interagua, dijo que hay “muy poca” tubería de asbesto en uso, pero en proceso de cambio. (I)