Cerca de las 20:00 del pasado jueves alguien toca la puerta de la casa de la vicepresidenta de la Cámara Municipal de Sucre, Aragua, Sherlley Guilarte; al abrirla, la concejal del partido chavista recibe seis disparos, la mayoría en el rostro. El homicida huye en una camioneta.

Hace cuatro años mataron a un hijo de la concejal y hace un año a una hija, cuenta un allegado a Guilarte, según una publicación de el-nacional.com.

La muerte de la concejal engrosa las estadísticas de la violencia en Venezuela, país en donde los récords de criminalidad se superan con cada mes y año que pasa. En julio pasado Caracas fue noticia al registrar 535 cadáveres por muertes violentas, una media de 17 al día, y fue el segundo mes consecutivo en ser la ciudad con más registros de homicidios en el 2016; 3.362 cuerpos ingresaron a la morgue de Bello Monte, entre enero y julio pasados.

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Los calificativos para los récords en violencia en la prensa se han vuelto algo común. El 2011, año más sangriento en la historia reciente del país con 19.336 homicidios, publica noticias24.com en enero de ese año. En 2012 hubo 21.692 asesinatos, un incremento del 12%; en 2013 sube a 24.763; en 2014 aumenta a 24.980 y en 2015, Venezuela cierra el año como el país más violento de América Latina con 27.875 casos.

Las estadísticas las lleva el Observatorio Venezolano de la Violencia, a falta de datos oficiales.

El crimen se hizo el pan de cada día en esta década y media en que ha gobernado el chavismo, solo en el último lustro la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes dio un salto, al pasar de 57, en el 2010, a 90 en 2015, publicó elpais.com.

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Críticos y opositores cuestionan al Gobierno y el fracaso de sus programas en material de seguridad porque los 23 planes de seguridad no han logrado bajar los índices de criminalidad.

Desde la llegada de Hugo Chávez al poder se implementaron programas como el Plan Bratton (2000), Plan Estratégico de Prevención de la Violencia (2001), Plan Piloto de Seguridad (2003), Plan Caracas Segura (2008), Operación Cangrejo (2009), Misión a Toda Vida Venezuela (2012), Plan Patria Segura (2013) y Plan Nacional de Desarme (2014).

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El último, Operación de Liberación del Pueblo (OLP), creado en julio de 2015, tampoco ha logrado su propósito y ha sido criticado por violación a los derechos humanos, detenciones ilegales o ejecuciones camufladas de enfrentamientos con las fuerzas del orden, según Rafael Uzcátegui, directivo de Provea, ONG que promueve la defensa de los derechos humanos, publicó el observatoriodeviolencia.org. En los operativos 445 personas han muerto.

También se cuestiona la eficacia. En un informe de octubre pasado se indica que las OLP desmantelaron 109 bandas criminales. En Venezuela operan unas 18 mil bandas y el resultado se dio en 96 días de actividad, tomaría 43 años terminar con todas, dice el penalista y criminólogo Luis Izquiel.

En julio pasado, la Fiscalía dijo estar preocupada por el incremento de denuncias de atropellos por las OLP. (I)

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Planes de seguridad no han logrado frenar los homicidios.

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