Soldados de la Guardia Nacional y otros agentes en embarcaciones y helicópteros rescataron a más de 1.000 personas de sus casas y vehículos a causa de las "históricas y sin precedentes" inundaciones en Louisiana, dijo el sábado el gobernador, quien advirtió que el lento paso de la tormenta provocará más lluvias y, por lo tanto, más problemas.

Por lo menos dos personas murieron debido a las fuertes corrientes que inundaron las carreteras. Se realizan búsquedas de personas desaparecidas.

"Seguimos en modo de respuesta", dijo el gobernador John Bel Edwards, quien exhortó a los residentes a apegarse a las advertencias de evacuación y no depender de sus experiencias pasadas, debido a que el estado nunca ha registrado una inundación similar.

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Desde el viernes han caído entre 15 y 25 centímetros de lluvia en partes de Louisiana, además de que se pronostican entre 10 y 15 centímetros adicionales la tarde del sábado, señaló Donald Jones, del Servicio Meteorológico Nacional.

Mississippi y Alabama también fueron azotados por fuertes lluvias.

En Baker, justo al norte de Baton Rouge, los residentes relataron que tuvieron que ser rescatados por embarcaciones o recorrer aguas que les llegaban a la cintura e infestadas de serpientes, para alcanzar un lugar seco. Decenas de personas despertaron el sábado en catres en un improvisado refugio de la Cruz Roja a unas cuantas cuadras de sus casas y vehículos inundados.

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John Mitchell, de 23 años, dijo que nadó junto con su pitbull luego de que la policía recogió en un bote a su novia de 20 años de edad, Haybriel Thomas; a su hija de un año, Kaylee; y al padre de Mitchell.

"Es lo peor que haya visto", dijo Mitchell sobre la inundación. "Intentamos esperar lo más posible, pero tuvimos que salir de ahí".

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Mitchell teme que haya perdido su casa rodante y su carro, que estaba inundado hasta los asientos. Una bolsa con ropa fue lo único que pudo salvar ante los crecientes niveles del agua. (I)