Los Juegos Olímpicos de este verano encuentran a Ecuador prestando poca atención a nuestros deportistas de élite en Río 2016. No es muy diferente a previas contiendas, el deporte en nuestro país siempre ha estado relegado, casi abandonado.

Todos los atletas olímpicos han llegado a Brasil luego de impresionantes carreras deportivas. Sus familias y entrenadores son sus principales apoyos, algunos cuentan además con mayor soporte de sus países con organización y políticas públicas de décadas de institucionalización y esfuerzo que han facilitado su crecer deportivo.

Ecuador no tiene una política pública definida en el tiempo e institucionalizada para formar desde la niñez a todos para una vida saludable y activa. El desarrollo de destrezas básicas como la fuerza, agilidad y resistencia se adquieren en la primaria con la enseñanza de habilidades para los deportes como fútbol, básquet, vóley, natación y atletismo. En los países más desarrollados que el nuestro, que incluyen a los vecinos latinoamericanos, esa además es una manera de identificar tempranamente las aptitudes atléticas de cada joven y estimular sus capacidades deportivas. En el camino todo el país gana en salud y comportamiento al moldear la personalidad de la mayoría hacia el buen estado físico, de ánimo y de responsabilidad que los deportistas tienen. Podríamos decir que si usted no aprendió a correr, saltar, patear o lanzar una pelota con buena forma, su escuela y educación falló no solo deportivamente sino a crear buenos hábitos y personalidad. ¿Habrá en nuestro país alguna escuela que hace esto?, es decir que todos sus estudiantes a los 12 años tienen las habilidades fundamentales de los deportes base? No, el ejercicio y deporte en Ecuador son tratados como lujos, como pasatiempos, no como necesidad y derecho de desarrollo.

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En la campaña electoral, como siempre se discutirán eslóganes y repetirán frases demagógicas sin proponer propuestas de políticas públicas duraderas, mucho menos acuerdos para lograr institucionalizar, por ejemplo, el ejercicio como política educativa y de salud. Seguirá siendo tema de relleno del que apenas se habla en la sección de Deportes cuando se acabó el tema cuasi único del fútbol profesional. A pocos les importa que en intercolegiales sean pocos los que participan y que las selecciones sean entre un puñado de atletas, no la muestra de lo mejor de toda la provincia y país. También hay que aprender a competir desde temprano.

Es triste ver, o no ver casi ninguna cobertura a los deportistas olímpicos ecuatorianos, seguramente la ignorancia lleva a perpetuar la idea de que no son buenos porque no ganan medallas. No hemos sido educados para entender lo increíble que es ver, por ejemplo, a Neisi Dajomes con apenas 17 años ya compitiendo a ese nivel o a Alexandra Escobar en su cuarta participación olímpica. ¡Qué diferente sería Ecuador si en vez de conocer los nombres de tantos ineptos de la política, cada ecuatoriano pudiera nombrar al menos 3 atletas olímpicos de nuestro país de los 38 que están hoy en Río! Si además supiéramos las condiciones precarias que han aguantado desde la negligencia, corruptelas y maltrato de dirigentes, tener que mendigar recursos, las casi inexistentes competencias internacionales, hasta verles competir sin sus entrenadores ni familiares que los acompañen. Ellos están ahí por sus méritos, son los mejores ecuatorianos, los que van más allá del esfuerzo y rigor diario a pesar del resto, lástima que pocos los conocen. (O)