Para darle sostenibilidad a los Institutos de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y de la Policía Nacional (Isspol), la propuesta del Gobierno es extender el tiempo de servicio de sus uniformados de 20 a 25 años. Sin embargo, se pondrá en debate que ese tiempo sea de hasta 30 o 35 años.

La propuesta de reforma a las leyes de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional –que se analiza en la Comisión de los Derechos de los Trabajadores de la Asamblea Nacional– plantea que el seguro de retiro se dé luego de acreditar 20 años en el servicio, y solo podrán solicitar la baja voluntaria para acogerse al seguro, quienes hayan acreditado más de 25 años de servicio.

El miércoles pasado, en la primera sesión de conocimiento de este proyecto, el ministro coordinador de Seguridad, César Navas, lo defendió, pero pidió un mayor análisis basado en los estudios actuariales hechos por el Issfa.

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“Un documento presentado por el exdirector del Issfa, Fredy García, menciona que debe haber un mayor alcance al tiempo de retiro, de 30 años”, recordó el funcionario.

Bajo esta premisa, el asambleísta de Alianza PAIS (AP), Fausto Cayambe, miembro de la mesa legislativa, se preguntó: “¿por qué 25 años?, creo que no es suficiente esta reforma”, dijo.

E insistió en que los estudios actuariales elaborados en los últimos años proponen que “hasta 35 años deberíamos incrementar el servicio activo, y voy a insistir en (el debate) sobre la base de los estudios que existen”, precisó el oficialista.

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La Ley de Personal de las Fuerzas Armadas clasifica a sus miembros en oficiales; aspirantes a oficiales; tropa; aspirantes a tropa; y conscriptos.

El artículo 118 de dicha ley establece el tiempo de servicio que requerirán para los ascensos, en los que para llegar a ser oficiales de arma, técnicos y servicios –que va desde subteniente o alférez de fragata y cuyo mayor grado es el de General del Ejército– se requieren 47 años.

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En el caso del personal de oficiales especialistas –que van desde teniente o teniente de Fragata hasta coronel o Capitán de Navío– se debe permanecer 30 años. Y la tropa –desde soldado o marinero hasta suboficial mayor– 39 años.

El exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, estima que los 20 años de servicio los llega a cumplir un sargento segundo o primero; y en el grado de oficiales, un mayor. “Si esta reforma pretende llegar a los 30 años, por ejemplo, se van a llenar de personas viejas y se daña el orgánico, porque una escuadra debe estar integrada por ocho soldados y comandada por un cabo primero. Todo eso se trastoca”.

Él llegó a ser general de Ejército y recuerda que su promoción era de 180 militares. Al ser “una carrera selectiva, hay una cuota de eliminación en cada ascenso, porque a generales, ascendimos seis; a generales de División, tres; y a general de Ejército, uno, es decir, yo.

Otros compañeros tuvieron que retirarse como coroneles o mayor”.

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Otro ejemplo: De una promoción de 150 militares, siete llegaron a ser generales de Brigada, y uno general de Ejército: Paco Moncayo, quien también fue jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y cree que este debate es un “tema técnico que se politizó”.

“Después de 20 años es cuando se va la mayor parte, porque en la pirámide se necesita menos mandos y más tropas, porque en el batallón hay solo un teniente coronel y 300 soldados. Hay que ver cómo se va a estructurar la pirámide aumentando en cinco años, porque en un batallón hay 300 soldados, 50 clases, 15 oficiales, un mayor y un teniente coronel. No va a aumentar a 10 tenientes coroneles”, opina.

González agrega que no se oponen a los cambios, pero tienen que ser “cambios racionales, y que intervengan las personas que tienen que intervenir”. “Pero hacen su propia ley, sus propias reformas, con un desconocimiento total de la carrera militar, y quiere por la fuerza imponer”.

Por su parte, Moncayo plantea que “los combatientes en determinado periodo de su vida, sean reentrenados para funciones administrativas”.

El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, ha aclarado que esta propuesta se basa en tres estudios actuariales hechos por el Issfa que “coinciden que para quienes entren a las Fuerzas Armadas deben cumplir 25 años de servicio, para acceder a la pensión de retiro”. (I)

Puede ser positivo, pero hay una edad para ser soldado, cabo, general, etc. No se puede tener personas envejecidas en la pirámide de jerarquías. Este es un tema técnico que lo han politizado”.Paco Moncayo, Exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas