En la década de los setenta, en el siglo anterior, hubo muchos cambios en varios aspectos de la vida social y política de los países. En América Latina, se tomó conciencia de la necesidad de un cambio en la estructura socioeconómica, que se manifestaba de maneras diferentes y de las cuales el ejemplo, todavía reciente, era la revolución cubana y, el más nuevo, el triunfo de Salvador Allende en Chile.

Fidel Castro, el líder cubano, viajó a Chile, donde permaneció varios días. El viaje de regreso a La Habana fue la ocasión propicia para que visitara Ecuador y Perú, aunque fuera brevemente. El presidente ecuatoriano, el doctor Velasco Ibarra, lo invitó, aunque el país no tenía relaciones diplomáticas con Cuba. La invitación fue aceptada con la solicitud de que la reunión no fuera en Quito, por dificultades para el aterrizaje, por lo que se decidió que fuera en Guayaquil, el 4 de diciembre de 1971.

Castro dijo que vino para conocer al Dr. Velasco Ibarra y para cambiar impresiones. Además de los encuentros de llegada y despedida, tuvieron una reunión reservada, que duró una hora. El visitante permaneció en la ciudad 6 horas y 8 minutos. Luego siguió su viaje de regreso.