Choferes de vehículos livianos y de buses urbanos e intercantonales tuvieron dificultades ayer para circular por la vía Perimetral ante la protesta de moradores de Bastión Popular, en el norte de la ciudad, que quemaron llantas y se congregaron en la arteria para reclamar por la muerte de un vecino que fuera atropellado la mañana del miércoles 3.

La protesta empezó pasadas las 06:30 y en cuestión de minutos se formó una columna de carros que alcanzó dos kilómetros. Muchos choferes sortearon el atasco accediendo a la calle que conecta la Perimetral con la vía a Daule, en la zona del Hospital Universitario.

Conductores de buses que venían de Vinces y Pedro Carbo, por ejemplo, de ahí pasaron a la calle Gómez Lince, en Mucho Lote, para llegar a la autopista Narcisa de Jesús y seguir a la terminal terrestre.

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El martes 2, también reclamando por el atropellamiento y muerte de un vecino, habitantes de Los Tulipanes, en el sur, bloquearon un tramo de la avenida Domingo Comín, realizando el velorio en la vía.

Ayer, moradores del bloque 10-D de Bastión Popular quemaron llantas y palos, exhibieron carteles y exigieron respuestas ante el riesgo al que se exponen cuando cruzan la vía, que es de excesivo tránsito.

Generalmente allí y en otros puntos poblados de la Perimetral hay apoyo de agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).

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Marielisa Baque, una protestante, aseguró que a las 07:00 del miércoles 3 un vecino fue embestido por un vehículo y que él murió a las 16:00.

Julio César Cobo, otro morador, manifestó que su hijastra fue hace tres semanas otra víctima de atropellamiento. Contó que ocurrió minutos antes de las 06:00 cuando ella se dirigía a tomar el bus para trasladarse a la universidad. Por ahora la joven se encuentra hospitalizada y necesita dinero para su recuperación, mencionó.

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A unas seis cuadras del lugar de la protesta se encuentra un paso peatonal, pero los moradores indican que está relativamente lejos, además de que temen por la inseguridad. Pidieron una estructura en su sitio de residencia.

Unos 30 policías llegaron al punto para controlar la novedad. El mayor Galo Portalanza, jefe de Operaciones del Distrito Pascuales, habló con la comunidad y pidió armar una directiva para exponer sus peticiones. Convocó a una reunión en una cancha, a las 17:00.

Luego de las palabras de Portalanza, los protestantes empezaron a retirarse, mientras la circulación vehicular se iba normalizando. No hubo ninguna persona detenida en la protesta. (I)