Visita papal a la tierra de san Francisco

El papa Francisco llamó a los católicos a perdonar a quienes les han ofendido, en un peregrinaje al lugar de origen de san Francisco de Asís, cuyo nombre asumió como pontífice.

En sus declaraciones, con motivo de los 800 años de la Fiesta del Perdón, iniciada por san Francisco, el papa reconoció la dificultad en perdonar a quienes nos han agredido.

“Perdonar es una caricia”, dijo el papa en la basílica de Santa María de los Ángeles. Para ilustrar su comentario, hizo un gesto señalando con el pulgar hacia su dentadura superior, afirmando que perdonar “dista mucho del gesto de decir ya lo pagarás”.

El papa viajó ayer brevemente Asís para rezar en una pequeña iglesia dentro de la basílica, considerada la cuna de la orden franciscana.

El peregrinaje a Asís, a 130 kilómetros de Roma, duró pocas horas. El papa llegó en helicóptero procedente de Roma.

Más de 3.000 personas, bajo un calor asfixiante y que lograron entrar tras estrictas medidas de seguridad con más de 15 puntos de control, asistieron a la ceremonia en la explanada ante la basílica, donde fueron instaladas pantallas gigantes.

“Es difícil perdonar a los demás. ¡Cuesta mucho!”, clamó el papa tras rezar en silencio en la capilla de la Porciúncula, dentro de la basílica de Santa María de los Ángeles.

“El mundo necesita el perdón, demasiadas personas viven encerradas en el rencor e incuban el odio, porque, incapaces de perdonar, arruinan su propia vida y la de los demás, en lugar de encontrar la alegría de la serenidad y de la paz”, dijo.

“Pidamos a san Francisco que interceda por nosotros, para que jamás renunciemos a ser signos humildes de perdón e instrumentos de misericordia”, agregó ante la gente aglomerada delante de la basílica.

Después de rezar en silencio en la pequeña capilla dentro de la basílica del siglo XVI, lugar muy visitado por turistas y peregrinos, el papa se reunió con los obispos y los superiores franciscanos, y luego visitó a los religiosos enfermos internados allí.

El pontífice argentino, jesuita de formación, escogió el nombre de Francisco como su nombre pontifical en honor del santo italiano, famoso por su entrega a los pobres, su humildad, su defensa de la paz, la naturaleza y los animales.

La capilla de la Porciúncula fue consagrada en el año 1216 y es muy popular entre los pobres y necesitados. (I)