El transporte masivo de la Metrovía, que moviliza en promedio a 400 mil pasajeros al día, está en la mirada pública al registrarse en menos de dos meses tres accidentes que han dejado dos fallecidos y un hombre en coma. El último se registró el domingo cuando un alimentador atropelló a un peatón.

El sistema acaba de cumplir una década de operaciones. La satisfacción del servicio está en 70%, según las encuestas realizadas por la Fundación Metrovía, ente regulador del servicio. Sin embargo, ese indicador ha disminuido en un 10% entre el año pasado y el primer semestre de este.

Los usuarios de la troncal 3 (Metrobastión) son los que más le dan una calificación de malo al servicio, con 5,31%, la troncal 1 (Metroquil) le sigue con 1,80% y la 2 (Metroexpress) tiene 1,47%. Como bueno lidera la troncal 2, con 65,63% y muy bueno, la troncal 1 con 10,41%, según los resultados del primer trimestre de este año.

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Los pasajeros que usan las troncales reconocen bondades del servicio, como el respeto de las tarifas, el hecho de que se puede recorrer la ciudad con un pasaje, pero también cuestionan el exceso de pasajeros, el estado de ciertas unidades y que no haya un tiempo suficiente para el cierre de las puertas en cada parada.

Las autoridades de la Fundación Metrovía responden a esa evaluación ciudadana e indican las mejoras que implementarán, como la ampliación de paraderos y la construcción de la cuarta troncal, que irá del Batallón del Suburbio al centro.

Álex Villacrés, ingeniero civil y docente universitario, coincide en que el sistema debe ser ampliado y mejorado, pero también debe dar incentivos reales para la utilización. “No solo como algo que cubre una necesidad de trasladarse al trabajo, hogar u otro sitio, sino también ser un servicio que brinde comodidad, facilidades que sea atractivo”, dice. (I)