Verificar si el hospital Guayaquil dio aviso a la Policía de la llegada con heridas de bala de Sergio Gaibor Bósquez, expolicía que se mantenía prófugo luego de su vinculación a dos delitos dentro del caso González y otros; determinar cómo el ahora occiso obtuvo una cédula con el nombre de Esteban Sánchez Alvarado; y saber cómo fue contratado en la compañía de seguridad CISCR, son entre otros los objetivos de la investigación que la Fiscalía abrió tras la muerte de Gaibor, ocurrida el sábado pasado.

El fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, dijo ayer que la muerte de Gaibor se tiene que investigar. Presume que estaría relacionada con la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada que se originó luego de una operación policial en una farmacia del norte de Guayaquil, en noviembre del 2003, donde se gestaba un robo.

“Vamos a investigar en el Registro Civil quiénes estuvieron vinculados. Vamos a profundizar todas esas investigaciones, porque era una persona que tenía una orden de detención de la Corte Nacional de Justicia, que supuestamente era uno de los más buscados y sin embargo trabajaba en una compañía de seguridad”, apuntó Chiriboga.

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Según una fuente policial, Gaibor habría utilizado la identidad de su cuñado, hermano de su conviviente. Esta, al parecer, se identificó como consanguínea del expolicía durante el levantamiento del cadáver.

Juan Pablo Albán, defensor de dos familiares de las víctimas del caso González y otros, cree que habría una relación entre la muerte de Gaibor y la declaración del testigo protegido de la Fiscalía, Erwin Vivar, quien reapareció luego de trece años.

Albán se refiere a que Vivar responsabilizó a Gaibor de manera directa con todo lo ocurrido en el 2003, en la farmacia.

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El testigo declaró a inicios de junio pasado que él había visto a Gaibor, siendo sargento de Policía, en varias reuniones para planificar el robo y que, además, lo reconoció durante el operativo policial en el que fallecieron ocho personas y tres quedaron desaparecidas.

Chiriboga explicó que Gaibor habría sido atacado mientras transportaba valores en el cantón Pedro Carbo, provincia del Guayas. Los asaltantes habrían disparado al menos ocho veces a la víctima.

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El atraco, según la Policía, habría ocurrido el pasado 12 de julio. Para Albán, los ocho disparos que reseñan los partes policiales muestran una inusual saña si se quiere entender como una muerte realizada por la delincuencia común. (I)