Con cánticos alusivos a Guayaquil, decenas de estudiantes cerraron las fiestas julianas la tarde del domingo. Las calles céntricas fueron el escenario para ese homenaje.

Decenas de personas se ubicaron sentados y de pie en las aceras. Otros usaron los bancos de los paraderos para tener la mejor vista, como Adolfo Quimí, quien paseaba con su hijo Kevin por la zona de la Rotonda, en el Malecón.

Por ese último punto se instaló una tarima, en la que se anunció el paso de Juan y Juanita Pueblo, íconos porteños que abrieron el desfile. Por allí pasó una docena de bandas musicales y bastoneras.

Publicidad

Con vistosos trajes celeste y blanco, estudiantes bailaron canciones típicas de la Costa, despertando el entusiasmo de las personas.

“¡Bravo, bravo!”, gritaba entre el público José Luis Aguayo, residente de la Guangala, que paseaba con su familia por la avenida 9 de Octubre. (I)