Se toman las medidas de seguridad para lo que será la implosión del primero de los tres edificios de Portoviejo, afectados por el terremoto del pasado 16 de abril y que serán derribados con esta técnica que consiste en colocar explosivos, pero la onda expansiva va hacia adentro.

Para hoy, en el ECU-911 se explicarán los trabajos y garantías que se harán la tarde del jueves cuando sea demolido el edificio del centro comercial.

Franklin Bernal, subsecretario de Obras Públicas en Manabí, señaló que se toman todas las medidas de seguridad e incluso se respaldan con la garantía que cuenta la empresa española Tragsa para este proceso.

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Esto contrastando lo sucedido la semana pasada en el proceso de demolición del hospital Napoleón Dávila, de Chone, donde se usaron explosivos cuando en el contrato no se estableció detonantes para derribar la estructura. “Tenemos una garantía de un millón de dólares (para implosión de edificios), las personas no estarán más allá de 150 a 200 metros (a la redonda), y creo que es una compañía seria”, señaló Bernal en relación con el trabajo de Tragsa, responsable de las implosiones.

Ayer, a la par de los trabajos preventivos alrededor del edificio del centro comercial, también se comenzó a eliminar carga del edificio Centro Médico del Pacífico, el segundo que será implosionado el 4 de agosto. El tercero es el edificio Álava.

Bernal indicó que en el caso de Chone, en esta semana se contratará a la nueva empresa que realice la implosión del hospital. Dijo que hasta antes del incidente del jueves había un 5% de avance al demoler los 12.000 m² de escombros, por lo que se había contratado bajo un monto que superaba los 300 mil dólares y en el que se emplearía un mes y medio. (I)