El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, presidió la ceremonia por el Día de la Armada del Ecuador y los 75 años del Combate Naval de Jambelí. Llegó junto al ministro de Defensa, Ricardo Patiño, y fue recibido por la cúpula naval, liderada por el vicealmirante Fernando Noboa, posesionado en el cargo el 8 de julio pasado.

Navas ofreció un discurso en representación del Gobierno. El año pasado y en el 2014 lo hizo el vicepresidente Jorge Glas; el presidente Rafael Correa estuvo al menos en el 2013 y 2012. La alocución del ministro duró 17 minutos.

Habló de que en nueve años el Gobierno ha invertido $ 435 millones para la Armada, de la repotenciación de submarinos con apoyo de la Armada de Chile y prometió en pocos años una mejor infraestructura portuaria para Posorja, Manta y Puerto Bolívar. Pero el público civil lo pifió al referirse a “quienes hoy nos quieren confundir”.

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Navas había destacado que el Gobierno incrementó los sueldos de las Fuerzas Armadas, pero luego recordó que después “del salvataje bancario de 1999”, cuando él era alférez de fragata y “gobernaba la partidocracia”, sostuvo, él ganaba $ 174.

El desfile, que duró 40 minutos, empezó a las 11:30, cuando el cielo estaba despejado y el sol sofocaba. El público ansiaba ver el paso de cadetes, infantes y más miembros de la Armada.

Desfilaron primero los guardiamarinas de la Escuela Superior Naval Rafael Morán V., los cadetes del Liceo Naval de Guayaquil, el personal de la Escuadra Naval, del Escuadrón de Submarinos, del Comando de Guardacostas, entre otros.

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El público aplaudió más al ver a los infantes de Marina, al escuchar por los altoparlantes pasajes de su accionar en el socorro a las víctimas del terremoto del pasado 16 de abril.

Junto con la Fuerza Aérea y el Ejército, la Armada participó en la búsqueda de sobrevivientes y remoción de escombros. Hoy ayuda en la seguridad externa de los 29 albergues oficiales, según el contralmirante Freddy García, comandante de Operaciones Navales y jefe de la Primera Zona Naval. Ahí, en el sur de Guayaquil, se exhibe el Cañonero Calderón. (I)