Tarea de comisarios es centro de cuestionamientos y pruebas por supuesta extorsión

“Nos hemos acostumbrado a extorsionar”, “Hay que darle una botella”, “Por una colilla de cigarrillo buscan pretexto”. Fueron comentarios de dueños de bares, discotecas, night clubs y licoreras al referirse a la tarea de los comisarios de Policía de Guayaquil, cuyos controles califican algunos de “pesadilla”.

Esas reacciones surgieron en la denominada Asamblea de la Dignidad, el miércoles 20, cuya sede fue una discoteca de la ciudadela La Garzota, en el norte de Guayaquil.

Esta reunión fue organizada a propósito de la reciente detención de una comisaria en un centro comercial, luego de que un propietario de un local tipo spa la señalara por extorsión. Él había ido a encontrarse con ella para entregarle un cheque por $ 4.000, por un pago inicial, de acuerdo con la supuesta víctima, que denunció el caso.

Del suceso, el ministro del Interior, José Serrano, y el gobernador del Guayas, Julio César Quiñónez, refirieron en Twitter que se trataría de un caso de corrupción. Luego Quiñónez pidió la renuncia a todos los comisarios, incluido el intendente Tito Quintero.

En la cita de dueños de locales nocturnos estuvo Quintero, a quien estos le expusieron inquietudes y quejas, y le mostraron carteles de reclamos.

Allí, las asociaciones de bares y discotecas y de licorerías y minimarkets aludieron presuntos casos de extorsión de parte de comisarios.

El propietario William Quimí dijo que es un “secreto a voces” desde anteriores administraciones. “Nos hemos acostumbrado a dar $ 5, $ 20, $ 50, botellas de licor a los malos funcionarios que extorsionan a cada propietario (...). Si (a los del spa) les piden 4.000 y una cuota mensual de 1.000, calcule cuánto nos piden a nosotros...”, mencionó Quimí en representación de las licoreras y minimarkets.

Patricio Pareja, presidente de la asociación de bares y discotecas, señaló que buscan acuerdos con el Ministerio del Interior, justamente para ampliar horarios, no permitir la apertura de lugares clandestinos y controlar la venta de alcohol en gasolineras, por ejemplo.

Por ello, integraron una unidad que conglomera al menos 500 bares, discotecas, night clubs, locales de tolerancia, minimarkets, licoreras, bares y más en Guayaquil.

La ciudad tiene nueve comisarios. Hay dos en Durán y uno por cada cantón restante de Guayas. En total, 34.

En declaraciones a este Diario, Quintero señaló que hace un mes un comisario debió de ser reemplazado por supuestamente filtrar información de la realización de un operativo en un barrio de tolerancia.

Respecto a la detención de una comisaria, opinó que podría haber propietarios que a través de denuncias buscan algún tipo de blindaje en contra de quienes ejercen el control.

En enero pasado, la dueña de un local de la Zona Rosa señaló al intendente de entonces de pretender extorsionarla. Hay un proceso por esa causa.

El viernes 22, Quintero, quien llegó al cargo el 23 de mayo pasado, denunció que su vehículo fue objeto de un atentado. Más tarde, el Gobernador aceptó su dimisión. (I)