En una nueva ofensiva tras el intento de golpe de estado, el gobierno de Turquía anunció este sábado que había tomado control de más de 2.250 instituciones sociales, educativas o de atención médica que, según indicó, presentan una amenaza a la seguridad nacional.

La secretaría del tesoro de Turquía y la agencia a cargo de las fundaciones tomaron el control de más de 1.200 asociaciones, 1.000 instituciones educativas privadas y residencias estudiantiles, 35 entidades de atención médica y 15 universidades, señaló la agencia estatal de noticias Anadolu.

Las instituciones "pertenecen, tienen vínculos o están en comunicación" con Fetula Gulen, el líder islámico radicado en Estados Unidos a quien el gobierno culpa de la rebelión, dice el decreto publicado durante este sábado.

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Por otra parte el presidente Recep Tayyip Erdogan se defendió de las críticas de los países occidentales, que han expresado su preocupación por las posibles violaciones de los derechos humanos relacionadas con la amplia campaña de represión de Turquía después del intento de golpe.

Erdogan refirió en una entrevista con France 24 que Turquía no tiene más remedio que imponer medidas estrictas de seguridad a raíz de la insurrección fallida del 15 de julio.

"Tenemos el deber de tomar estas medidas. Nuestros amigos occidentales no lo ven de esa manera, y no entiendo por qué", dijo Erdogan.

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"Estoy bajo la impresión de que lo verán solamente cuando toda la dirigencia política de Turquía sea asesinada, será entonces cuando bailarán de alegría", recalcó.

Turquía lanzó una amplia ofensiva que ha incluido un estado de emergencia de tres meses y la detención o el despido de decenas de miles de personas en las fuerzas armadas, el magisterio y otras instituciones. Algunos líderes europeos dicen que están preocupados de que las purgas a gran escala puedan poner en peligro las libertades básicas. (I)