El tango es para algunos una danza sensual y vistosa, un verdadero show. Eso lleva a algunos a querer aprenderlo, como las personas que se inscribieron en un taller de este género realizado en La Fábrica y organizado por el Guayaquil Tango Social Club.

Los encargados de enseñar fueron los argentinos Karen Digiovanni y Luciano Cáceres, quien una semana antes había ganado la preliminar del Mundial de Tango 2016 en su país.

Con paciencia y estilo adoptaron a los alumnos principiantes e intermedios que se mezclaron para este seminario intensivo de tres días (de miércoles a viernes). Fue así que Luciano prometió que quien asistía por primera vez a una clase iba “por lo menos a aprender una baldosita (paso básico)”.

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“El nivel que tienen ellos es espectacular. En lo personal, la experiencia que he tenido fue buena. Nos han hecho muchas correcciones a los que bailamos algo de tango”, dijo Ma. Elena Sotomayor.

Anna Carrozzini, quien asistió por primera vez junto con su novio, mencionó que fue una experiencia enriquecedora, pues le permitió ejercitar, aprender algo nuevo y relajarse. “Se notaba que los profesores sabían del tema. Lo volvería a hacer”, aseguró. (E)