Llevar el tiempo cuando toca la batería, mantener el ritmo y contagiar a las personas son tres cualidades que caracterizan a Marcos Armijos Neder en cualquier lugar que entona el instrumento.

El joven de 29 años, con un look peculiar en su cabello ondulado que hace que no pase desapercibido, ha trabajado para formar esas características de un baterista desde hace alrededor de diez años, asimismo, toca otros instrumentos de percusión. Se formó en la carrera de Música de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) y también hizo un curso de jazz en University of Louisville Jamie Abersold, en Estados Unidos.

“La batería es un instrumento para llevar a sentir y pensar. Cuando toco siento que tengo que lograr una conexión rápida, es una oportunidad de decirle algo a alguien. Es como mi pluma para escribir y como el micrófono para un cantante”, manifiesta.

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Ha sido integrante de las bandas Man de Barro, Morfeo, y al momento está en Abbacook. Toca para el cantante Ricardo Pita, ha compartido escenario también con Jenny Villafuerte y Francisco Echeverría. Aparte siempre está grabando como solista en Fediscos.

También dedica parte de su tiempo a la docencia en el colegio Logos y en el colegio de música y otras artes Adoradores de Dios.

Los estilos que más le gustan son pop, jazz, soul, blues, así como música indie, un término inglés que significa independiente.

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Marcos dice que el amor por la batería no fue influenciado por sus familiares, el único instrumento que conoció en su casa fue la guitarra porque la entonaba su papá, pero asegura que no le gustaba tocarla porque las cuerdas le hacían doler los dedos.

Se enamoró de la batería la primera vez que la tocó, eso fue cuando tenía 18 años, un día que salió a recorrer con sus amigos el centro de Guayaquil y entró por casualidad a un lugar en el que vendían instrumentos musicales.

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“Estaba el chico que vendía en la casa musical tocando la batería, luego me pidió que tocará eso y sin hacer nada me salió, me dijo: parece que tienes talento. Ese día no pude dormir”, recuerda emocionado.

Entonces, ya seguro de lo que quería, decidió dejar la carrera de Economía que estudiaba en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

Marcos tiene dos proyectos, uno es grabar un disco instrumental de música contemporánea y el otro es componer canciones. (E)