La última vez que Gino Abel Beltrán Torres, de 30 años, fue visto con vida por sus familiares fue el pasado viernes. Ese día salió en su auto con dirección a una discoteca de la ciudadela la Alborada, en el norte de Guayaquil, pero desde entonces no supieron nada de él.

Katherine, una pariente de la víctima, indicó que Beltrán había dicho que volvería enseguida a la casa de su madre, ubicada en la cooperativa Los Rosales. “Al ver que ya no regresa comenzamos a buscarlos y fuimos a poner la denuncia”.

Todo el fin de semana intentaron dar con el paradero de la víctima, sin imaginar que yacía sin vida en la morgue de la Policía. El coronel Germán Cevallos, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), Zona 8, informó que el fallecimiento de Beltrán fue reportado el sábado en una clínica del norte de la urbe.

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A esa casa de salud, según Cevallos, había sido llevado por una ambulancia que lo recogió en la ciudadela Sauces 1, la mañana del sábado. “Posterior lo trasladaron hasta el hospital Universitario, pero en el trayecto fallece, lo que hizo que la ambulancia retorne hasta la clínica para que elementos de la Dinased procedan al levantamiento correspondiente...”.

En horas de la tarde, según un parte de la Policía, el carro de la víctima, un Chevrolet Spark, fue encontrado en el estacionamiento del centro comercial Albocentro, donde hay varias discotecas.

Allegados del ahora occiso indicaron que acudieron al sitio para indagar y que un guardia les contó que “el carro estaba botado desde el viernes en la noche (...). Pero un chico que trabaja en un restaurante nos dijo que él (Gino Beltrán) llegó en la madrugada (del sábado) en un Tucson...”, manifestó Katherine.

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La víctima supuestamente había sido visto con dos mujeres, por lo que los deudos presumen que le habrían administrado escopolamina.

El coronel Cevallos indicó que dentro de las investigaciones iban a solicitar los videos de las cámaras del sector. (I)