Francia observó este lunes un minuto de silencio en homenaje a las 84 víctimas del atentado del 14 de julio en Niza, donde miles de personas se reunieron en el paseo de los Ingleses, el lugar donde se produjo la matanza.

Una verdadera marea humana invadió el paseo marítimo, donde el jueves pasado un tunecino de 31 años al volante de un camión sembró la muerte.

Antes y después del minuto de silencio el primer ministro Manuel Valls fue abucheado por personas que pedían su dimisión. "¡Asesinos! ¡Dimisión!", gritaron decenas de personas hacia la delegación del gobierno encabezada por Valls.

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Por su parte, el presidente francés François Hollande participó en el minuto de silencio en el Ministerio del Interior, cuya sede se encuentra cerca del palacio presidencial.

Además de Hollande y del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, unos 350 altos responsables y funcionarios del ministerio participaron en el minuto de silencio.

En el paseo de los Ingleses, junto a Valls, también estaba la ministra de la Sanidad, Marisol Touraine, el príncipe Alberto de Mónaco y el capitán de la selección francesa de fútbol Hugo Lloris, oriundo de Niza.

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Tras el minuto de silencio, la multitud cantó La Marsellesa, el himno nacional francés.

Una parte de la asistencia abucheó a Valls en el momento en que se retiraba, al tiempo que aplaudía a las fuerzas de seguridad y de socorro. 

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Minuciosamente planificado

Cuatro días después de la matanza, no se ha podido establecer los vínculos entre el tunecino Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, autor de la masacre del 14 de julio, y "las redes terroristas", incluido el EI, dijo el ministro del Interior.

Pese a ello, "el modo operativo emplea totalmente las instrucciones de Dáesh", declaró el lunes a la radio RTL.

"No podemos excluir que un individuo desequilibrado y muy violento - dos características que según testimonios definían la personalidad del atacante - se haya visto inmerso, tras una radicalización rápida, en este terrible crimen", añadió.

El lunes, seis personas seguían bajo arresto, entre ellas un albanés de 38 años sospechoso de haber proporcionado al atacante la pistola con la que le disparó a policías antes de ser abatido.

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Tres de las personas interrogadas fueron transferidas a locales de los servicios de inteligencia cerca de París.

Al menos una de las personas interrogadas habló a la policía de un giro reciente del atacante hacia el "islam radical". Antes de esto, el atacante había mostrado poco interés en la religión.

La policía sigue investigando la posibilidad de que Lahouaiej-Bouhlel, que planificó minuciosamente el ataque, tuviera cómplices.

Poco antes de lanzarse a toda velocidad contra los peatones, el tunecino envió un SMS a un conocido en el que se felicitaba de haber conseguido una pistola de calibre 7,65 y en el que pedía "más armas", según fuentes cercanas a la investigación.

Más de 200 personas están trabajando para "identificar a todos los destinatarios" de los mensajes que envió.

También se sabe que este hombre de 31, que trabajaba como transportista, se hizo una foto en el camión con el que cometió el ataque y luego la envió por SMS.

Según una fuente cercana al caso, Lahouaiej-Bouhlel estuvo en el paseo de los Ingleses con el camión, reconociendo el terreno, dos días antes de pasar al acto. (I)