Las autoridades francesas detuvieron este domingo a dos personas más como parte de la investigación de un ataque con un camión durante la celebración del Día de la Bastilla en la ciudad mediterránea de Niza, en el que murieron al menos 84 personas, mientras tratan de determinar si el agresor era un extremista religioso comprometido o simplemente un hombre furioso con la sociedad.

Entretanto, la esposa separada de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, el conductor del camión, fue puesta en libertad el domingo después de ser interrogada, informó un funcionario francés de la fiscalía de París.

La mujer es la madre de los tres hijos de Bouhlel y estaba en el proceso de divorciarse de él. Ella fue detenida el viernes, un día después de que el hombre, un tunecino de 31 años de edad, arrollara a los espectadores de los fuegos artificiales por el Día de la Bastilla en el famoso paseo marítimo de Niza.

Publicidad

Los investigadores, a la caza de posibles cómplices de Bouhlel, detuvieron a dos personas el domingo. En total, seis personas permanecen bajo custodia en relación con el ataque, que el grupo Estado Islámico ha reivindicado.

Francia: 2 arrestos más por ataque en #Niza, revisan reivindicación de grupo EI https://t.co/P0hiNxGyij pic.twitter.com/9fJYNBxY3V

Un hombre y una mujer fueron arrestados el domingo por la mañana en Niza, según un funcionario de la oficina del fiscal de París, que supervisa las investigaciones de terrorismo en todo el país. El responsable no proporcionó más datos sobre las identidades de los nuevos detenidos y apuntó que las cinco personas estaban arrestadas permanecen bajo custodia policial. Vecinos del agresor dijeron a The Associated Press que su exesposa estaba entre los detenidos.

Los investigadores buscan posibles cómplices del conductor del camión, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años que llevaba años viviendo en Niza. Fue abatido por la policía el jueves tras conducir el vehículo contra la multitud que llenaba el conocido paseo marítimo de Niza tras una exhibición de pirotecnia para celebrar el feriado del 14 de julio.

Publicidad

Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, el autor de la masacre en Niza, estuvo con el camión en el paseo de los Ingleses el 12 y el 13 de julio preparando el atentado del 14 de julio, indicaron a la AFP fuentes allegadas a la investigación.

Por otra parte, varios testigos declararon a la policía que Lahouaiej-Bouhlela era una persona religiosa, señalaron las mismas fuentes, que no descarta que algunas de las siete personas detenidas tras la matanza hayan sido cómplices del atentado.

Publicidad

Atentado reivindicado

El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la autoría del ataque pero no está claro que Bouhlel realmente tuviera vínculos concretos con la milicia radical. El comunicado del Estado Islámico apuntó que seguía su llamado para atentar contra países que combaten a los radicales.

Autoridades francesas no han puesto en entredicho la reivindicación pero no han podido hallar pruebas concretas de una conexión.

Los vecinos lo describieron como un padre de tres hijos de carácter inestable, mujeriego y propenso al alcohol, que estaba en proceso de divorciarse. Su propio padre, en Túnez, dijo que su hijo no oraba ni ayunaba para el Ramadán, el mes sagrado musulmán.

Publicidad

Sin embargo, recientemente podría haber dado un giro hacia unas ideas más extremistas. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo a periodistas el sábado que "parece que se radicalizó con mucha rapidez".

El Paseo de los Ingleses de Niza se va abriendo gradualmente al tránsito, al tiempo que se convierte en un santuario para recordar a los fallecidos, con monumentos de recuerdo improvisados en los puntos del bulevar donde cayeron las víctimas, algunos reconocibles por las manchas de sangre. Corredores, ciclistas y balistas llenaron el popular paseo marítimo peatonal junto al Mediterráneo donde se acumulan flores, banderas francesas, animales de peluche y velas.

El lugar se está convirtiendo también en una plataforma para mostrar enfado contra el atacante. Epitafios cargados de dolor e indignación escritos en rotulador azul en piedras señalan el punto donde fue abatido por la policía.

Una mujer con una maceta con plantas, que no estaba al tanto del simbolismo de ese punto, preguntó si podía depositar las flores allí. Un hombre que estaba cerca le respondió "Nunca aquí" e iniciaron una discusión con algunos de los transeúntes alegando que su familia merece respeto.

"¿Lo están defendiendo?", preguntó el hombre con incredulidad.

Con decenas de personas todavía hospitalizadas, entre ellos muchos niños, la ministra de Sanidad francés visita la ciudad el domingo.

Muchas familias están molestas porque no pudieron encontrar información sobre sus seres queridos y otros están enfadados con la policía por no evitar el ataque a pesar de que Francia está en estado de emergencia desde los ataques extremistas del pasado noviembre en París. (I)