Alzando las manos, por momentos cerrando los ojos y gritando incesantemente, Josué Viteri, su esposa Xiomara y Josué Jr., su hijo de 2 años, subían y bajaban a bordo de un gusano en la montaña rusa.

Ellos eran parte de una docena de personas que disfrutaron de ese viaje de adrenalina, de dos minutos de duración, el viernes pasado, en el tradicional Play Land Park, asentado este mes en la avenida Francisco de Orellana, en la zona de Mucho Lote.

“Hemos vuelto a venir. Desde que estaba en (en la explanada del) el estadio Modelo no veníamos, es bonito volver a recordar”, comentó emocionado Josué Viteri, quien habita con su familia en la 22 y Portete.

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En tanto, niños como Carlos D., de 10 años, gritaron a sus padres: “¡Estuvo increíble!”.

El parque de juegos mecánicos ofrece más de una veintena de opciones de diversión y adrenalina. Llegó con motivo de las fiestas julianas. Entre los más codiciados están la montaña rusa, el tagadá y el High Air, que consiste en unas cabinas que van girando al estilo de una hélice, combinado con giros de 360°.

Ese último juego se lo adquirió hace un año y en estos días es uno de los que más atrae a los 700 visitantes diarios que registran el parque de diversiones.

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Patrick Hinojosa se subió con cinco amigos al Super Shot, una torre de más de treinta metros de altura. Los participantes ascienden a la cima y de ahí bajan en menos de dos segundos, desatando la emoción general.

Luis Jiménez, administrador del Play Land Park, cuenta que debieron someterse a una segunda revisión municipal, luego del terremoto.

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Abren a las 17:00 de lunes a viernes y a las 15:00 los fines de semanas, hasta las 23:59. Entre $ 1 y $ 3 valen los tiques. (I)