Clínicas y hospitales privados atendían a los pacientes del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) sin cumplir con las normas obligatorias de acreditación, lo que habría desembocado en afectación a la calidad de la atención, según los informes de Contraloría que se acaban de hacer públicos. En estos también se revelaron una serie de cobros “excesivos” de las entidades privadas al IESS.

Según la Contraloría, de 279 prestadores de salud contratados en Pichincha, 140 (50,47%) tenían acreditaciones caducadas, 8 no las tenían y un número similar trabajaba con “provisionales”. Algo parecido se registró en Guayaquil, donde 176 prestadores privados se acreditaron sin que se hayan conformado las comisiones de acreditación ni los equipos de evaluación.

No se hicieron las visitas in situ para verificar la calidad del servicio.

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De acuerdo con la Contraloría, en estos temas tienen responsabilidad directores y subdirectores del Seguro General de Salud y otros empleados.

El organismo de control también señaló que el sistema de derivaciones de los pacientes del IESS a prestadores privados tenía falencias. Durante el 2012 el registro de derivaciones de pacientes del IESS se realizó solo en hojas de Excel, lo cual, a decir de la Contraloría, volvía a la información vulnerable; más tarde se creó el aplicativo Bitácora, pero no se registraban el nombre del solicitante ni el motivo de la derivación.

Otro hallazgo es que 15 médicos (7 en Pichincha y 8 en Guayaquil) prestaron servicios en clínicas y hospitales privados, durante la jornada laboral con el IESS, sin autorización.

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De acuerdo con el presidente Rafael Correa, el tema de los cobros excesivos de las clínicas ha sido “un robo descarado” al IESS y aseguró que se está completando una auditoría sobre el Ministerio de Salud. (I)