El partido liberal de centro Ciudadanos descartó este martes formar un gobierno de coalición con Mariano Rajoy, dejando no obstante la puerta abierta a una abstención que permita al líder conservador intentar formar un gobierno, tras más de 200 días de bloqueo político en España.

"No vamos a estar en el gobierno" de Rajoy, declaró a la prensa el dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera, luego de reunirse con el jefe de gobierno saliente, como parte de las negociaciones para formar un Ejecutivo.

Tampoco "vamos a apoyar al gobierno", enfatizó Rivera, quien descartó la hipótesis de que su partido vote a favor de la investidura de Rajoy.

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"Pero somos un partido realista, constructivo y responsable (...) estamos dispuestos a negociar para encontrar un acuerdo", señaló, dejando entrever la posibilidad de que los 32 diputados de Ciudadanos se abstengan en una votación de investidura, a fines de julio o principios de agosto.

"Todas las fuerzas tenemos que ceder en algo para que este país se ponga en marcha", apuntó el líder de 36 años.

Las elecciones legislativas españolas del 20 de diciembre de 2015 produjeron un parlamento muy fragmentado entre cuatro grandes fuerzas políticas, el Partido Popular de Rajoy, los socialistas y dos nuevas formaciones, Ciudadanos y Podemos, de izquierda radical.

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137 escaños

Intensas negociaciones no lograron un acuerdo para formar gobierno, llevando a los españoles nuevamente a las urnas el 26 de junio.

En esas elecciones, el PP de Rajoy salió reforzado, sumando 14 diputados adicionales, lo que le permitió llegar a 137 de los 350 escaños de la Cámara Baja.

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Pero de todas maneras, los conservadores quedaron lejos de una mayoría absoluta (176 diputados) para gobernar en solitario, por lo que ahora buscan aliados o al menos la abstención de un importante número de diputados que les permitan formar un nuevo gabinete con una mayoría simple de votos.

Desde hace más de 200 días, el país ha estado dirigido por un gobierno en funciones reducido a gestionar solamente el día a día sin poder abordar temas sensibles, como el alto déficit de España, por el que Bruselas le abrió un procedimiento que puede culminar en una sanción.

Tras la reunión con Rajoy, Albert Rivera anunció que convocó para el miércoles a la dirigencia de su partido para que decida si se abstendrá para permitir la investidura al jefe de gobierno saliente.

De su lado, Rajoy valoró la "voluntad constructiva" de Rivera, a quien le ofreció enviar el mismo miércoles un documento con propuestas concretas para seguir negociando, según señaló un comunicado del PP.

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Todas las miradas se posan ahora sobre los socialistas, segunda fuerza con 85 diputados, con el poder suficiente para bloquear cualquier nuevo gobierno o por el contrario permitir su formación mediante una abstención.

Su secretario general, Pedro Sánchez, ya anunció el sábado que votarán "no" a un gobierno de Rajoy, pero el partido se muestra dividido. Algunos dirigentes han flotado la idea de abstenerse y permitir un ejecutivo, para evitar unas nuevas elecciones.

Si los españoles tuvieran que volver a las urnas una tercera vez en menos de un año, sería "una broma de muy mal gusto" que afectaría la economía española, ha advertido Rajoy, quien el miércoles se reunirá con Sánchez.

Diálogo con Podemos

La única opción de Rajoy es "convencer" al PSOE que permita su investidura, indicó Pablo Iglesias, dirigente de la coalición Unidos Podemos -Podemos y el partido ecolocomunista Izquierda Unida-, luego de reunirse con el jefe de gobierno de funciones.

Unidos Podemos, que con 71 escaños son la tercera fuerza del país, no apoyará "ni por activa ni por pasiva" un gobierno de los conservadores, dijo Iglesias, confirmando la postura de la coalición.

Si Rajoy convence al PSOE y logra formar un ejecutivo en minoría, de todas maneras vivirá momentos difíciles porque no contará con los escaños suficientes que le permita evadir eventuales bloqueos parlamentarios para aprobar leyes sensibles, señaló Iglesias. (I)