Una manifestación antirracista en Dallas acaba con cinco policías muertos a manos de un extremista afrodescendiente. Mientras, supremacistas blancos crecen como hongos en Estados Unidos. La intolerancia está llevando al país por un camino preocupante, según grupos de derechos humanos.

Las tensiones raciales, la disconformidad con la élite política y las dificultades económicas son los nutrientes de la polarización en el país, dijo Mark Potok, analista de la Southern Poverty Law Center (SPLC), una ONG que vigila las agrupaciones racistas y de odio en Estados Unidos.

Micah Johnson, el joven identificado como el autor del tiroteo en Dallas el pasado jueves, Texas, simpatizaba con violentos grupos de separatistas afros, informó el SPLC.

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Diciendo que su intención era matar a policías blancos, Johnson convirtió en un baño de sangre una protesta ya tensa por las muertes de dos hombres afros inofensivos a manos de oficiales en Luisiana y Minnesota.

Los afros separatistas son grupos “generalmente muy pequeños, pero muy antisemitas, muy antiblancos y muy antigays”, explicó Potok, autor de un estudio de la SPLC sobre el aumento de los grupos de odio en el último año.

No están vinculados al movimiento pacífico Black Lives Matter (BLM), aclaró, pero se han beneficiado de su popularidad. Los separatistas afros “son muy diferentes a los grupos de centroizquierda” como BLM, que nació como reacción a los numerosos episodios donde oficiales de policía matan a afros desarmados.

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“Toda la ira existente por la violencia policial ha ayudado a crecer a los grupos extremistas afros”, añadió Potok.

En particular, Micah Johnson era seguidor en Facebook de los grupos New Black Panther Party, la Nación de Islam y el partido Black Riders Liberation, todos clasificados por el SPLC como grupos de odio.

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El tiroteo en Dallas permite dar un vistazo a la corriente subterránea de intolerancia que circula en el país.

Diferentes grupos

Milicianos, supremacistas blancos, islamistas radicales, neonazis y extremistas de toda clase se extendieron de 784 grupos en 2014 a 892 en 2015, un aumento de 14%. La cifra representa el doble de los grupos de odio que había a principios de este siglo (457 en 1999).

De ellos, los racistas, secesionistas y nacionalistas blancos son la mayoría, aunque en particular el Ku Klux Klan casi se triplicó de 72 agrupaciones en 2014 a 190 en 2015.

Del lado opuesto del espectro, los separatistas afros representan el 20% del total de los grupos de odio y aumentaron de 113 agrupaciones en 2014 a 180 el año pasado.

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Su combustible es la ira que generan las muertes injustificadas de hombres afros por policías nerviosos.

La violencia también reavivó el debate sobre las armas. Según activistas, las personas armadas de raza afro reciben a menudo un trato distinto al que se le da a personas blancas que también portan armas.

La percepción de una persona afro armada no ha cambiado demasiado desde los días de las rebeliones de esclavos, dijo el reverendo Kenn Blanchard, exinstructor de armas de fuego que encabeza el portal BlackManWithAGun.com. (I)

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Agentes fueron muertos de 2011 a 2014. De los responsables 133 fueron blancos y 70 afros, según el FBI.