El diputado brasileño Eduardo Cunha renunció ayer entre lágrimas a la presidencia de la Cámara de Diputados, rematando una polémica gestión en la que autorizó el juicio político de Dilma Rousseff y fue acusado de cobrar sobornos multimillonarios.

“Sufrí y sufro muchas persecuciones... Estoy pagando un alto precio por haber dado inicio al impeachment. La principal causa de mi alejamiento reside en ese proceso de impeachment”, dijo Cunha. (I)