A los 3 años, Daniela Vallejo no hablaba; hoy se gradúa y ofrece terapias

Hasta los tres años, Daniela Vallejo Godoy no hablaba. Los doctores pronosticaban una baja calidad de vida al haber nacido con problemas congénitos en el corazón y malformaciones en sus extremidades superiores, ya que padece de síndrome de Holt-Oram.

Como si nada de eso hubiera sido un obstáculo suficiente, Vallejo es una luchadora alegre que hoy alzará por lo más alto su birrete en su graduación como licenciada en Educación Especial en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) de Samborondón.

A sus 30 años, Daniela, oriunda de Loja, dice que ve su vida reflejada en el tesón de su coterránea Matilde Hidalgo de Procel, primera mujer que ejerció el votó en el país.

El camino fue difícil. Cuando nació, con seis dedos en ambas manos, los galenos comunicaron que ella debía dedicarse apenas a actividades manuales. Sus padres Amada y Milton aceptaron “el reto” y buscaron respuestas en el camino. La terapista Patricia Acosta decidió tomar el caso de Daniela y seis días a la semana por cinco años recibió terapias de lenguaje y aprendizaje, dicen orgullosos.

“Dios nos puso en el camino para que ella cumpla su misión de estar en el Centro de Audición y Lenguaje (CEAL) apoyando”, manifiesta su madre.

Así, por el acompañamiento emocional y académico de sus padres, docentes de la UEES, como Miriam Mora, compañeros y amigos que la apoyaron consiguió derribar los pronósticos. En sus oraciones siempre estuvo Dios, dice Daniela.

Desde hace ocho años, Daniela da terapias a niños con problemas de aprendizaje en el CEAL, fundado hace 25 años por los hermanos de su madre, en su ciudad natal.

Sueña que su ejemplo inspire a los padres a dar “todo el apoyo” a los discapacitados. Cada caso debe ser estudiado de forma específica, señala.

Sus anhelos la siguen haciendo soñar con la superación de otros discapacitados. Busca prepararse con una maestría en Administración Educativa para motivar más la inclusión educativa. Señala que a cada individuo se le debe educar proyectando sus “cualidades”.

Ella, la tercera de cuatro hermanos, gusta de inspirarse con más biografías.

Es una de las más animosas y hoy sin duda lo será cuando sea investida con 300 graduados de la UEES.(I)