La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner pidió ayer postergar tres horas su cita de hoy con la justicia por el caso de la venta del dólar a futuro.

Así, ella no se encontrará con su exsocio, el empresario Lázaro Báez, quien también debe acudir a Comodoro Py, por la indagación que se le sigue en su contra por tener cuentas en Suiza (con $ 25 millones para sus hijos), en la causa denominada la Ruta del dinero K (en relación con los Kirchner).

Cristina adujo que tenía una cita médica a las 10:00, hora en la que el juez Claudio Bonadio la notificó, publicó ayer la web del diario argentino El Clarín.

Publicidad

“El juez Bonadio le concedió el pedido a Cristina para notificarse pasado el mediodía y así evitar cruzarse con Báez, quien tres horas antes ampliará su declaración indagatoria a raíz de los datos incorporados por la Unidad de Información Financiera, sobre cuentas bancarias en Suiza”, expone El Clarín.

Ella no será la única que testifique. La titular de Madres de Plaza de Mayo y un poderoso exministro también están citados esta semana en tribunales de Buenos Aires por causas vinculadas a presuntos hechos de corrupción en el mandato de Cristina Fernández.

A la exmandataria, quien gobernó Argentina entre 2007-2015, el juez federal Claudio Bonadio le notificará en persona su procesamiento y un embargo por un millón de dólares por supuesta defraudación en operaciones cambiarias al final de su mandato.

Publicidad

Los exfuncionarios del gobierno de Kirchner (centroizquierda) sostienen que las ventas de dólares a futuro buscaban desalentar las expectativas de devaluación, pero al devaluarse la moneda un 30% en diciembre, con la asunción del presidente Mauricio Macri, el Banco Central se vio forzado a pagar fuertes sumas.

“No es una sensación térmica, es claro y evidente que estoy siendo perseguida”, dijo Kirchner el domingo en una entrevista telefónica al canal C5N.

Publicidad

La mandataria pidió que se hiciera una auditoría a la gestión de Obra Pública durante su gobierno y negó un vínculo de corrupción con Lázaro Báez, empresario de la construcción señalado de ser testaferro de su familia desde el tiempo de la presidencia de su esposo, Néstor Kirchner (2003-2007).

Ante el esperado desfile de exfuncionarios y allegados a la gestión anterior, las autoridades de Buenos Aires desplegaron un fuerte operativo de seguridad en los alrededores de los tribunales, donde aguardan periodistas y curiosos.

Ayer pasó por esos tribunales el exviceministro de Obras Públicas José López, detenido hace tres semanas cuando intentaba esconder un botín de casi 9 millones de dólares en efectivo en un monasterio en las afueras de la capital. Él llegó al tribunal en ambulancia y se postergó su audiencia, sin que sus abogados dieran más precisiones.

Los hijos de Báez presentaron ayer escritos de descargo, sin responder preguntas. (I)

Publicidad