El trabajo en equipo, el compañerismo y la preparación física fueron puestos a prueba ayer en la Escuela de Infantería Aérea, ubicada en la avenida Pedro Menéndez Gilbert, en el norte de Guayaquil.

Desde las 10:00, cinco equipos de infantes participaron de una competencia que tenía como objetivo demostrar las destrezas que generalmente son aplicadas en el terreno.

“Son destrezas que en su momento se tienen que aplicar en el terreno cuando tenemos que cruzar ríos, cruzar obstáculos...”, explicó el teniente coronel de Estado Mayor Julio Merino, director de la Escuela.

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La competencia se denominó Soldado de acero, debido a que independientemente del resultado que iban a obtener los equipos, cada uno de los participantes tenía el reto de demostrar de qué está hecho. “Cada uno de ellos va demostrando su entrenamiento, su destreza militar”, dijo Merino.

Y los primeros en hacerlo fueron el cabo Christian Mullo y el sargento Marco Andrade, del área administrativa, quienes culminaron primeros los 500 metros de natación en una piscina de 25 metros.

No obstante, ninguno podía continuar con la siguiente prueba de 19 obstáculos y 1.100 metros de carrera sin el resto de sus compañeros de equipo.

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La prueba de obstáculos puso en jaque a al menos un competidor de cada equipo. Sin embargo, la propia determinación y el empuje de sus colegas les permitieron pasar la pista. Ninguno se rindió.

La competencia incluyó armar fusiles FAL, hamacas y carpas, cargar mochilas de 25 libras e improvisar camillas con chaquetas y maderas.

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Mañana, la Escuela de Infantería Aérea cumple 27 años de creación. (I)