Auditores independientes contratados por el Senado brasileño dijeron en un informe ayer que la presidenta suspendida Dilma Rousseff no realizó las maniobras contables de las que fue acusada.

Para Rousseff, el informe pone de manifiesto la debilidad del caso en su contra y señala que no demoró los pagos a los bancos estatales como se la acusa en el juicio, lo cual hubiera constituido una violación de las leyes fiscales.

Pero los que apoyan al presidente interino Michel Temer, ahora enemigo de Rousseff, dicen que el documento solicitado por la comisión de juicio político del Senado no cambia las mínimas posibilidades que tiene de regresar a su cargo. (I)