Egda Vera , de 52 años, falleció el lunes pasado a causa de un infarto. Sus familiares cuentan que se originó a los pocos segundos de una de las réplicas de magnitud 4,5 en la escala de Richter que se sintió a las 06:59 de ese día y que tuvo como epicentro el cantón Rocafuerte.
El incidente se registró en la ciudadela Pacheco, de Portoviejo. José Zambrano Vera, hermanastro de la fallecida, señaló que ella fue a ver a su madre –que padece de ceguera– y que aparentemente gritó cuando sintió el movimiento telúrico.
“Por los gritos que daba mi madre, (Egda) entra a la casa, pero la impresión del temblor que hubo hizo que mi hermana se infartara… Cuando los paramédicos la revisaron, dijeron que había fallecido”, relató.
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Paramédicos que llegaron a asistirla la condujeron al hospital de Portoviejo, en donde se confirmó su deceso. Según Cruz Rosado, vecina de Egda, esta no habría tenido problemas de salud o cardiacos, pero luego del terremoto del 16 de abril le habría confesado que tenía mucho miedo y que temía por su madre.
Este Diario solicitó información al ECU-911 de Portoviejo sobre la atención que se canalizó en este caso, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.
El temor por las réplicas del lunes (una segunda se sintió a las 18:24, de 4,4 grados) se evidenció en la comunidad Playa Prieta, perteneciente a la parroquia Río Chico de Portoviejo, según reconoció el concejal Javier Pincay, quien reside en ese recinto.
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“Se sintió bastante fuerte, la gente se asustó, pero de a poco volvió a la normalidad, como que ya nos estamos acostumbrando un poquito a este ritmo de moverse las cosas… La gente salió a las calles”, relató Pincay, quien tras el terremoto del 16 de abril perdió a su esposa e hija y a otros parientes.
Los movimientos telúricos o réplicas provocan muchas secuelas en los manabitas en el denominado trastorno postsismo, según el psiquiatra clínico Roberth Loor.
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Cuenta que del universo de atenciones que brinda, el 18% surge en busca de soluciones a sus traumas luego del sismo.
“Definitivamente, hay trastornos de ansiedad en general y lo que llamamos somatizaciones… Tienen afectaciones de órganos como, por ejemplo, el estómago, intestinos, el corazón, bronquios, es decir, se dan procesos asmáticos, de taquicardia, gastritis, son enfermedades somáticas producidas por el cerebro enfermo de estos trastornos de ansiedad”, explicó Loor.
El profesional estima que una mayoría de los manabitas está hipersensible a los movimientos telúricos, es decir, pese a que los habitantes de esta provincia ya se incluyen en un proceso de adaptación a los sismos, en el fondo existe un temor que sale a la luz al mínimo evento que perciban.
“La gente anda muy tensa, muy acelerada, basta ver el tráfico caótico como está desesperada, más ansiosa, menos tolerable, se prevé un aumento en los niveles de inseguridad por obvias razones”, indicó Loor.
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Alexandra Alvarado, directora del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, indicó que los dos movimientos telúrico registrados el lunes, el primero con epicentros en Rocafuerte y Jaramijó, se suman a las réplicas por el terremoto.
Aseguró que no es la primera vez que ocurren en este sector estas réplicas, pero sí son las más fuertes.
“Estas son las réplicas de mayor magnitud en ese sector, porque las otras fueron de magnitud 3, 3,1, en ese orden. En este caso son las más fuertes para ese sector específico”, dijo.
Las réplicas continuarán, agregó la especialista. “Todavía no ha pasado el tiempo y puede durar unos meses más, pueden ser unos seis meses”, aseguró Alvarado. (I)
Sismos
Instituto
Registro
Hasta el momento, el Instituto Geofísico ha registrado 1.936 réplicas y la mayoría se han dado fuera de la costa.
Movimiento
La última réplica fue el lunes a las 23:40 y fue de magnitud 3,8 en la escala de Richter, cerca de Pedernales.