El Ministerio de Justicia, a través de un comunicado, negó que el incidente registrado en el Centro de Privación de Libertad Regional Zonal 8, en el norte de Guayaquil, haya sido un amotinamiento de internos.

La ministra Ledy Zúñiga dijo que se trató de una supuesta pelea entre reos. “Con una riña, un grupo de ppl (personas privadas de libertad) pretendió alterar el orden en el interior del pabellón de mediana seguridad del CRS Guayas...”, indicó.

No obstante, comunicaciones preliminares de la Policía detallaban que se trataba de una presunta revuelta de presos, por lo que fueron enviados al sitio unos doscientos agentes de diferentes cuerpos élites de la Policía, entre ellas el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), y la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).

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Incluso, el helicóptero de la Unidad Aeropolicial sobrevoló todo el recinto carcelario a eso de las 10:50 y dos carros cisternas del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil aguardaban en los exteriores.

El incidente generó, además, la evacuación de todo el personal administrativo que labora en la cárcel regional. Los negocios de comida ubicados frente a la puerta principal del reclusorio fueron copados por los trabajadores de las empresas encargadas de la alimentación a los reos y del economato.

En un instante, los familiares de los internos comenzaron a reclamarles la supuesta mala alimentación que reciben los reclusos. Y esto, según ellos, fue uno de los motivos del supuesto amotinamiento, así como presuntas fallas en la aplicación del régimen de prelibertad.

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Los padres de un recluso contaron que llevaban una hora visitando a su hijo, quien fue transferido desde Manta tras el terremoto de abril pasado, cuando le informaron que debía salir rápido el lugar.

Afuera, ambos progenitores aguardaban obtener información de lo que había ocurrido. A las 11:45 la Policía ya había controlado la situación y se reanudaron las visitas.

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Ledy Zúñiga insistió en que “este incidente no tuvo mayores repercusiones, descartamos supuesto amotinamiento”. (I)

El hecho no fue más allá de una pelea entre internos. El Estado tiene el control de los CRS, por ello, ante este tipo de acciones actuamos con firmeza y conforme los protocolos de seguridad.