Un incendio de matorrales que inició el domingo cerca del centro de Los Ángeles amenazó un barrio montañoso densamente poblado ubicado a lo largo de una autopista, mientras temperaturas altas incrementaban el peligro de incendios en el oeste del país.

Cuadrillas de trabajadores contuvieron el incendio en el barrio Silver Lake después que dañó dos casas, destruyó tres estructuras tipo cobertizo, calcinó patios y cubrió de llamas árboles.

Residentes batallaban con mangueras de jardín y baldes con agua para tratar de controlar el incendio, mientras helicópteros y decenas de bomberos perseguían trozos de materiales aún en ascuas y mojaban colinas pronunciadas para evitar que se extendiera el fuego.

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El fuego quemó sólo 3,2 hectáreas (ocho acres), pero puso en alerta a residentes urbanos ante el calor y condiciones secas que han ayudado a la extensión rápida de incendios forestales en lugares más remotos desde la costa de California a New Mexico.

Un incendio que arrasó 31 kilómetros cuadrados (12 millas cuadradas) al oeste de Santa Bárbara estaba bajo control, pero los bomberos se preparaban para el regreso de ráfagas de viento por la tarde y noche que agitaron las llamas al principio de la semana, amenazando cientos de casas y forzando a evacuaciones de populares áreas costeras para acampar. El incendio estaba contenido en poco menos del 50%.

En New Mexico, un incendio de 72 kilómetros cuadrados (28 millas cuadradas) que comenzó la semana pasada y destruyó 24 casas en las Montañas Manzano al sur de Albuquerque estaba contenido en su mayor parte. Pero una humedad más alta durante la noche permitió que las cuadrillas fortalecieran líneas alrededor del fuego y mantuvieron vigilancia a puntos calientes donde las llamas pudieran saltar la línea.

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En el este de Arizona, un incendio que quemó 49 kilómetros cuadrados (19 millas cuadradas) al suroeste de Show Low avanzó al sur, pero la contención de éste aumentó a 40%.

El incendio de Los Ángeles surgió cerca de una autopista; las llamas subían por árboles grandes y llenaban de humo espeso la carretera.

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Paul Gaffner estaba nadando en una piscina a unos minutos de su casa y planeaba hacer algunos encargos cuando vio humo espeso cerca de su casa.

"Hombre, ese incendio está en mi casa", dijo que pensó.

Cuando llegó, su vecino estaba tratando de apagar llamas en su patio trasero con una manguera. Gaffner, que vestía pantalones cortos y sandalias, se unió al combate al fuego. (I)