Julian Assange cumple hoy 1.461 días –cuatro años– asilado en la Embajada de Ecuador en Londres. Y 2.021 días bajo arresto domiciliario.

Con más de cinco años enfrentando procesos legales, sus dinámicas personales y las vinculadas con Wikileaks, la organización que creó en 2006, han afrontado grandes cambios.

En octubre, la organización, famosa por develar cables diplomáticos estadounidenses, tendrá diez años y más de la mitad de ese tiempo Assange ha estado detenido. Su encierro, que ha sido calificado por un panel de las Naciones Unidas como “detención arbitraria”, está relacionado con una investigación abierta en Suecia por cuatro delitos de abuso sexual.

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El año anterior tres de estas acusaciones prescribieron. Pero todavía hay una investigación que podría mantenerse abierta hasta agosto de 2020, según la Fiscalía sueca.

En su trayectoria, Wikileaks ha sumado 17 reconocimientos internacionales por libertad de expresión y de prensa, según la página de la institución, 12 de estos fueron otorgados antes de que Assange se refugiara en la Embajada en el 2012.

Assange mantiene un trabajo intenso con Wikileaks. En su primer año en la oficina diplomática indicó que al menos ahora podía trabajar lejos del espionaje de Estados Unidos.

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Sin embargo, también ha dicho que desde el 2010, cuando liberaron la filtración de los cables diplomáticos, han enfrentado grandes complicaciones. Según una entrevista publicada el año anterior por el diario alemán Spiegel, han sufrido bloqueos de fondos que afectaron hasta el 90% de su financiamiento. Que han debido disminuir su presupuesto, aunque no han hecho recortes de personal, detalla la publicación.

Desde el año pasado, Wikileaks ha implementado una nueva forma de obtener información y recursos. Promueven una recompensa económica a quien logre filtrar información secreta y para conseguir ese dinero piden donaciones en su web.

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Ahora se ofrecen $ 50 mil por datos sobre ataques aéreos estadounidenses a un hospital civil en Afganistán y $ 100 mil por información sobre el tratado comercial que se negocia entre Estados Unidos y Europa. Las dos causas empezaron a reunir fondos desde el año anterior y aún no logran terminar de financiarse.

La forma de vivir de Assange también ha cambiado. En declaraciones publicadas en la web Justice4Assange se recuerda que la Embajada ecuatoriana no tiene espacios abiertos, por tanto, él no tiene actividades al aire libre desde que pidió asilo hace cuatro años.

En el tiempo en la Embajada también ha padecido de enfermedades como una infección pulmonar, una afección cardiaca y dolor en uno de los hombros, registran los reportes de prensa. En ningún caso se le ha permitido salir de la Embajada para recibir atención médica.

El documentalista estadounidense Michael Moore, quien visitó a Assange el pasado 10 de junio, recordó que la Embajada es un espacio pequeño, que Assange no vive en un departamento sino es una oficina y pidió que se respeten sus derechos, pues no ha sido formalmente acusado de un delito.

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Por ahora su destino sigue siendo incierto. La semana anterior el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, indicó a la agencia estatal Andes que el Gobierno está analizando el pedido de Suecia para interrogar a Assange en la Embajada. Este funcionario consta entre los participantes de un evento que se realizará la próxima semana en la Ciespal, en Quito, por los cuatro años de asilo. (I)

Posturas
Académicos

Manejo de información
En los últimos años varios académicos han cuestionado a WikiLeaks. Para Tom Sorell, profesor de filosofía y política de la Universidad de Warwick, no está claro quiénes procesan la información, con qué criterios la seleccionan y verifican, y la falta de posibilidades de hacer reclamos, pues su jurisdicción no es clara.

Conferencia de Assange
Ciespal debatirá el caso del 20 al 24 de junio en el evento al que llaman 'cuatro años de libertad negada'. Participará Baltasar Garzón y Assange.