El 50% de los clientes del centro comercial San Andresito, en la ciudad colombiana de Ipiales, fronteriza con Ecuador, son ecuatorianos que llegan a esa ciudad en mayor cantidad desde hace un año y medio en busca de aparatos tecnológicos. Se trata de un sitio donde un celular Samsung Galaxy S5 se puede adquirir en 999.900 pesos, que al cambio de tres mil pesos por dólar serían unos $ 333.

Fredy Molano, administra dor de San Andresito, da cuenta del peso que tienen los ecuatorianos entre la clientela de este centro comercial. Son personas que arriban atraídos por los bajos precios que responden, según Molano, a una serie de políticas que tienen el fin de facilitar el acceso de la población a este tipo de tecnologías.

La primera fue la disposición de que las computadoras portátiles o de escritorio, cuyo costo al 2016 sea igual o menor a 2’439.746 pesos colombianos (unos $ 813), están exentas de pagar el impuesto al valor agregado (IVA), según una norma que data de 2006.

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En 2012, se dispuso que las importaciones de computadores, tabletas, celulares con capacidad de acceder a internet y sus partes no paguen el arancel del 5% que se les cobraba a estos equipos fabricados en el exterior. Y para abaratar el acceso de la población a internet, se eliminó en diciembre de 2010 el pago del IVA para este servicio a las familias ubicadas en los estratos 1 y 2, que son los de menor poder adquisitivo.

Según un boletín del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones colombiano, la medida ha implicado que las ventas de estos equipos aumenten un 80% a diciembre pasado. El objetivo del Gobierno de esa nación era alcanzar la meta de 8,8 millones de conexiones a internet para 2014. Al 2015 se registraban en ese país andino 9,89 millones de conexiones.

Estas medidas, dice Molano, van de la mano del pago de un arancel externo mínimo para la importación de televisores pantalla plana, otro de los productos apetecidos por los ecuatorianos que llegan a Ipiales de compras: “Un smart TV (con acceso a internet) de 55 pulgadas cuesta acá 2’400.000 pesos (unos $ 800) y allá (en Ecuador) vale dos mil dólares”, dice.

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En Ecuador, desde marzo de 2015, se cobra un impuesto adicional que va desde el 5% hasta el 45% del valor del producto importado (denominado salvaguardias). En el caso de los televisores, implica un pago de una sobretasa del 45%.

Para José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), este tipo de medidas impositivas ha provocado el incremento de los precios en Ecuador: “Si bien el tipo de cambio afecta (apreciación del dólar) y es un incentivo para ir a comprar a Colombia, esto también se da como consecuencia de un encarecimiento que es fruto de medidas que ha tomado el Gobierno”, asegura.

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Un análisis de Cordes señala que la inflación ecuatoriana, entre 2007 y 2015, fue 20 puntos mayor que la registrada en Estados Unidos, cuya moneda el dólar es la de uso oficial en Ecuador desde el 2000. “El Gobierno inyectó tal cantidad de recursos a la economía a través de gasto público y eso generó un incremento importante de la demanda que no pudo ser cubierto por la oferta local, por la producción local, entonces esa creciente demanda no cubierta generó que los oferentes tuvieran un margen para aumentar sus precios”, dice Hidalgo.

A ello se suma, según este economista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, que buena parte de esa demanda fue cubierta con productos importados que en Ecuador se han encarecido por las medidas del régimen.

El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena, indica que como consecuencia Ecuador es el país dolarizado con mayor inflación. “Estados Unidos y Panamá cerraron el 2015 con una inflación anual del 0,1%, El Salvador tuvo deflación (-0,7%). En Ecuador fue 3,38%”. (I)

$ 400
Mil dólares al día dejan las compras de los ecuatorianos en Ipiales, ciudad fronteriza con Ecuador.

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