En 1924, era presidente del Ecuador José Luis Tamayo. Era una época de inestabilidad política y crisis económica y hubo convocatoria a elecciones presidenciales, aunque la mayoría de la población daba por hecho que habría fraude. Hubo tres candidatos : Gonzalo Córdova, Juan M. Lasso y Federico Intriago . Ganó el candidato afín al liberalismo, Gonzalo Córdova. 

Ese año, una mujer, nacida en Loja, Matilde Hidalgo de Procel, anunció que votaría en las elecciones y se presentó a inscribirse en los padrones electorales, pero no la admitieron por ser mujer. Ante su insistencia la empadronaron pero elevaron el tema a consulta al Parlamento y al Consejo de Estado. El 9 de junio de 1929, la Constitución reconoció a la mujer como ciudadana, con lo cual se legitimó el voto femenino. Ecuador fue el primer país latinoamericano en reconocer a las mujeres el derecho al voto .

La Mujer En las Elecciones

INICIACIÓN DEL FEMINISMO ECUATORIANO
EN EL CAMPO POLITICO ELECTORAL
UNA INICIATIVA DE ALTA TRASCENDENCIA,DIGNA DEL MAS ELEVADO ELOGIO
EL DEBER DEL LIBERALISMO FRENTE L EJERCICIOO DEL SUFRAGIO POR LA MUJER ECUATORIANA

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Nuestro corresponsal telegráfico de Machala, nos ha enviado la noticia muy interesante y trascendental del primer caso, tal vez, en que la mujer ecuatoriana se resuelve a participar directamente en algo que, hasta hoy, lo había dejado exclusivamente a la acción masculina.

Nos referimos al derecho- que siempre hemos proclamado- de la mujer ecuatoriana para terciar en las luchas electorales, donde siempre actuaron solamente los varones, sin embargo de que nuestra Constitución Política establece aquel derecho, a favor a de la mujer ecuatoriana, con los mismos atributos que al hombre y, desde luego, con las mismas consecuencias y peligros reales de ser defraudada en la pureza del ejercicio del sufragio, como ocurre entre nosotros por la imposición oficial.

Le ha correspondido pues, a la espiritual y distinguida doctora doña Matilde Hidalgo de Procel, ser la primera ciudadana que ha iniciado la intervención femenina en las próximas elecciones, inscribiéndose como electora en una de las mesas parroquiales de Machala.

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No puede ser más brillante la iniciación del feminismo ecuatoriano en el campo político-electoral si advertimos que lo ha realizado una de nuestras mujeres más autorizadas para ello por su cultura intelectual y capaz, por lo mismo, de sentar un fecundo principio de acción, que deberá alcanzar grandes finalidades en lo futuro.

Efectivamente, la doctora Matilde Hidalgo de Procel, representa una de nuestras cumbres más elevadas en la cordillera de la mentalidad femenina del Ecuador5: oriunda de ciudad- Loja, cursó con notorio aprovechamiento las asignaturas del bachillerato, en el colegio Nacional Bernardo Valdivieso; trasladose luego a Cuenca, ingresó a la Universidad del Azuay como alumna de la Facultad de Medicina; y, posteriormente, pasó a Quito, donde concluyó sus estudios, optando el título de doctora en Medicina, título que, si no estamos equivocados, era la primera vez que lo alcanzaba una mujer. (I)