Los pilotos de avión deben tener la precaución de no volar muy bajo en Alaska para evitar asustar a las morsas hembras, que pueden aplastar a sus crías, recomendó el martes la agencia de aviación estadounidense (FAA).

La FAA recuerda que en verano los grupos de morsas se instalan en la costa del mar de Chukotka, que separa Alaska de Rusia al norte del estrecho de Bering. Los mamíferos marinos suelen instalarse sobre los témpanos de hielo para luego sumergirse en busca de pescado.

Pero con el derretimiento de los glaciares vinculado al calentamiento global, ahora las morsas se ubican sobre la plataforma continental, acercándose a lugares de actividad humana.

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"Los aldeanos, pilotos y otras partes interesadas expresaron su inquietud por las consecuencias de los vuelos de avión a baja altitud en los animales que se encuentran sobre la tierra", señaló la FAA en un comunicado.

La FAA precisó que no va a establecer restricciones en cuanto a la altura de los vuelos sobre los grupos de morsas, pero transmitirá a los pilotos mapas indicando su presencia. Recordó, sin embargo, que "acosar a las morsas es una violación de las leyes federales". (I)