“Un análisis integral del talento humano y de la optimización del personal para hacer importantes ahorros” es lo que está realizando, desde hace tres semanas, el Ministerio de Relaciones Exteriores, según su titular, Guillaume Long.

En su Informe a la Nación, el 24 de mayo, el presidente Rafael Correa anunció que se hará “un proceso de optimización de embajadas, consulados, agregadurías militares y policiales”.

Al siguiente día, Long reunió a los viceministros y subsecretarios para tratar temas de “orden económico, migratorio y social”, y definir una política exterior basada en soberanía e integración, según un boletín.

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Consultado por este Diario sobre el proceso, Long defendió la política exterior del Gobierno al tener una Cancillería “proactiva” y “presente en el mundo”. Pero reconoció que debe “haber el número adecuado de personas en las embajadas, consulados; el número adecuado en Quito, y también en Azogues, estamos revisando eso y creemos que podemos hacer importantes ahorros”.

Al momento, en la Cancillería hay 2.070 servidores en el país y en el exterior, según sus registros. El presupuesto asignado para este año asciende a $ 138,7 millones.

El exceso de personal ha sido cuestionado, especialmente, por exdiplomáticos.

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Francisco Carrión, exministro, opinó que hay “exceso de burocracia en la Cancillería que no resulta necesaria y, al mismo tiempo, el presupuesto que tiene es excesivo para el trabajo que hace y para los resultados de la política exterior”.

Recordó que cuando fue embajador en España trabajó con 7 personas y actualmente hay 21; además, 3 vicecónsules en Madrid, 2 agregados (de Defensa y de Policía) y 1 delegada de la Defensoría del Pueblo.

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“Debe hacerse una revisión general del personal y de las misiones en el exterior... para optimizar los recursos y los resultados de la política exterior. Me llama la atención la cantidad y cuánto cuesta”, agregó.

El también excanciller Marcelo Fernández de Córdova recuerda que en su paso por el Palacio de Najas había unos 600 funcionarios, y dice que ahora hay un “exceso de personal”.

“No creo que la actividad y las necesidades hayan llegado a ese punto. Se dejó la práctica de tener más embajadores ad honorem que en sentido patriótico representaban al país y no implicaban un gasto”, dijo. (I)

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Empleados hay en las misiones en el exterior, según registros de la Cancillería. De ellos, 100 son terceros secretarios.

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