Laura Paredes recorría locales por las calles Antepara y 9 de Octubre con un billete de $ 10 en su mano. Buscaba “suelto” para devolverle $ 5 a una pareja de abogados que desayunaba empanadas con jugo en su local Café 9 de Octubre.

En la entrada hay un cartel del Banco Central del Ecuador (BCE) que anuncia: “Usa aquí dinero electrónico”.

Pero si un cliente llega a pagar así dirá que “ya no existe la relación comercial”, indica en medio de su “corre, corre” por cambiar el billete.

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No ha tenido problemas con el sistema. Al contrario: “Es de fácil cobro. Tengo más de $ 26. Mi intriga es ¿qué hago con ese dinero que está en el aire?, ¿cómo canjeo a dinero físico?”.

Hace unos cuatro meses quien le instaló la aplicación le ofreció enviar información vía correo electrónico de los pasos para canjear a dinero físico. Ella asegura que se cansó de esperar y que desistiría del sistema, pues a través de este no puede pagar a sus proveedores. “Le compro a Pronaca, a Coca-Cola. Si las grandes multinacionales no dan la facibilidad a los pequeños comerciantes para hacer la misma transacción no se puede trabajar así”.

Su local es uno de los 577 centros que aparecen como opción para usar el dinero electrónico en el sitio web efectivo.ec del Banco Central. El Gobierno impulsa vivamente esta alternativa para aliviar la iliquidez.

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El presidente Rafael Correa dijo ayer que ya son 80 mil cuentas que se han habilitado para este tipo de transacción.

Almacenes Tía es el único supermercado con el sistema. La empresa empezó a usarlo desde que se implementó el plan piloto (2014) y ahora sus 174 sucursales de Costa, Sierra y Oriente lo tienen. Hacen el cobro (compra de mercadería con dinero electrónico), carga (conversión de dinero físico a electrónico) y descarga (conversión de dinero electrónico a físico). El monto diario que procesan por persona es de $ 50.

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En El Sabrosón está activo hace ocho meses. Dayanne Sánchez, cajera del local, dice que en las últimas tres semanas aumentaron las transacciones de ese tipo. “No es complicado, y no necesita un smartphone. Muchos vienen porque pagarán menos del IVA (impuesto al valor agregado)”. Con este sistema ya están al menos tres de sus locales en la zona de Bolivía entre Los Ríos y Tulcán.

En la red de farmacias Keyla, que también consta en la lista del Central, solo reciben efectivo. Una de las vendedoras dijo que están en conversaciones y aún no tienen el sistema. (I)